22 de enero
El 22 de enero de 1909 fallecía el químico alemán Emil Erlenmeyer, uno de los investigadores más importantes en el desarrollo de la Química durante el siglo XIX. Llevan su nombre la regla de Erlenmeyer («todos los alcoholes en los que el grupo hidroxilo está unido directamente a un átomo de carbono con doble enlace se convierten en aldehídos o cetonas») y el matraz de Erlenmeyer, un recipiente esencial en cualquier laboratorio que se precie en la actualidad.
Emil Erlenmeyer nació en 1825 en lo que era entonces el Ducado de Nassau (actualmente Alemania). Se enroló en la Universidad de Giessen para estudiar Medicina, pero pronto cambió la dirección de sus estudios al campo de la Química. Terminó su doctorado en la mentada universidad en 1850 y, posteriormente, se marchó a Heidelberg. En esta ciudad de Alemania, Erlenmeyer trabajó en el laboratorio de Robert Bunsen, uno de los químicos de mayor renombre del país. También comenzó a dar clases de teoría química en la universidad local y en la de Munich hasta que se retiró en 1883. Fue durante esta etapa en la que enunció la regla de Erlenmeyer, que sigue vigente a día de hoy. Falleció en 1909 en Aschaffenburg, una ciudad de la provincia de Baviera.
Su mayor aportación, por la que sigue siendo reconocido en la actualidad, fue la descripción en 1860 del matraz que lleva su nombre. Este se compone de un cuerpo cónico con base plana y cuelo cilíndrico y alargado. Puede estar hecho de cristal o plástico, y generalmente está graduado. Este diseño permite agitar los contenidos del frasco sin que se derramen los líquidos en su interior y también lo hace especialmente apto para el proceso de purificación de químicos conocido como recristalización.