27 de mayo, Día Mundial de la Medicina de Urgencias y Emergencias
Los servicios de Urgencias y Emergencias reivindican su labor, esencial para que funcione todo el sistema sanitario
Hoy, 27 de mayo, el mundo se detiene un instante para homenajear a esa primera línea del sistema sanitario que esta ahí cuando lo que se requiere es gestionar una crisis: los servicios de urgencias y de emergencias. La elección de esta fecha no es casual: un 27 de mayo de 1994 nació en Londres la Sociedad Europea de Medicina de Urgencias (EUSEM). Este hito, que marcó el inicio de la especialidad en el viejo continente, nos recuerda la necesidad de estructuras asistenciales que puedan responder con pericia y rapidez a cualquier crisis médica.
Veinticinco años más tarde, en 2019, EUSEM y la Federación Internacional de Medicina de Urgencias acordaron institucionalizar esta fecha tan señalada con el fin de unir a la población y a los responsables políticos en torno a la importancia de un sistema de urgencias bien organizado, haciendo hincapié en que la competencia salva vidas y reduce las secuelas de la enfermedad aguda.
La campaña de 2025, que luce el lema en inglés «Proud to Provide Your Emergency Care» (en español: «Orgullosos de ofrecerte tu cuidado de emergencia»), rinde homenaje al orgullo y la resiliencia de los profesionales que, en medio de unos turnos interminables y una presión asistencial constante, sostienen la primera línea de la atención sanitaria. Al mismo tiempo la EUSEM denuncia que la Medicina de Urgencias sigue sin ser reconocida como especialidad independiente en numerosos países, algo que limita tanto la formación reglada como las plantillas y que, en última instancia, pone la seguridad del paciente en compromiso.
El servicio de urgencias maneja un volumen de trabajo inconmesurable
El volumen de trabajo que avala esta reclamación impresiona: desde que este día internacional se instauró en 2018, se estima que solo en España se han registrado cerca de 150 millones de atenciones en los servicios de urgencias. Esto da una idea de la envergadura de la ocupación con la que los sanitarios bregan diariamente. A esa sobrecarga se suman las guardias prolongadas, la violencia creciente contra el personal sanitario y la incidencia del estrés profesional, factores que la propia campaña identifica como barreras que deben abordarse mediante legislación protectora, refuerzo de plantillas y programas de apoyo emocional.
Frente a este panorama, este día invita a los expertos a pasar a la acción: ya sea participando en formaciones de primeros auxilios, compartiendo historias que humanicen el trabajo de los equipos de emergencias, exigiendo a los gobiernos que reconozcan la especialidad y que financien sistemas robustos, y, sobre todo, recordado que detrás de cada sirena, de cada sala en cada hospital hay profesionales orgullosos de cuidar de nuestras emergencias, pero que también necesitan que la sociedad cuide de ellos.