7 de febrero
El 7 de febrero de 2020 fallecía el oftalmólogo chino Li Wenliang, uno de los primeros profesionales en advertir sobre la existencia y los riesgos de lo que a día de hoy conocemos como COVID-19. Li trabajaba por aquel entonces en el Hospital Central de Wuhan, la ciudad donde se reportaron los primeros casos de la enfermedad respiratoria que posteriormente acabó convirtiéndose en una pandemia. El 30 de diciembre de 2019, el centro de control de enfermedades de la ciudad china comenzó a mandar advertencias a los hospitales y clínicas sobre unos extraños casos de neumonía; ese mismo día Li recibió un diagnóstico de un colega sobre una enfermedad que coincidía con la descripción dada por el centro local.
Tras compartir estos reportes por un grupo de alumnos de la Universidad de Wuhan y que estos difundiesen el mensaje, Li recibió una amonestación por perturbar el orden público y una amenaza de iniciar un proceso legal si volvía a difundir la información. Al volver al trabajo, el 8 de enero de 2020, Li contrajo el COVID-19 de un paciente y falleció el 7 de febrero a la edad de 34 años. Un mes tras su muerte, el gobierno chino le retiró la amonestación y le dio una condecoración póstuma.
La muerte de Li, sin embargo, dio comienzo a una cadena de comentarios en redes sociales en los que los ciudadanos reclamaban libertad de expresión. Los múltiples hashtags en protesta por la censura fueron a su vez censurados, a pesar de los millones de comentarios presentes. Otra actividad común de insurrección fue el empleo de silbatos en frente del Hospital de Wuhan. En reacción, la Organización Mundial de la Salud llegó a lamentarse por el fallecimiento del doctor Li Wenliang y reivindicó su trabajo al avisar sobre el COVID-19.