Medicina

El Servicio de Cardiología del Hospital de Dénia advierte sobre el riesgo de los «factores emergentes» en la salud cardiovascular

En 2023, el Servicio de Cardiología del Hospital de Dénia atendió más de 10.500 pacientes por problemas de causas diversas.

El Servicio de Cardiología del Departamento de Salud de Dénia alerta sobre el riesgo que supone para la salud cardiovascular los factores llamados «emergentes», como el bienestar emocional o la contaminación ambiental, que se suman a los tradicionales de hipertensión, diabetes, tabaquismo, sobrepeso y altos niveles de colesterol.

«La buena calidad de sueño y el manejo del estrés son esenciales para mantener una salud cardiovascular óptima», ha subrayado el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital de Dénia, Alfonso Valle, quien ha destacado además que las personas que padecen insomnio tienen un 45% más de riesgo de desarrollar una patología cardiovascular. Así, dormir al menos siete horas cada noche, evitar el uso de estimulantes o pantallas en las horas previas al descanso, y crear un entorno propicio para el sueño, son recomendaciones esenciales para mejorar la salud del corazón.

El equilibrio emocional y una actitud positiva también juegan un papel importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Los pacientes con trastornos depresivos incrementan hasta un 60% su riesgo. Por otro lado, el bienestar emocional no es el único factor emergente que preocupa a los cardiólogos. La contaminación ambiental también está ganando relevancia como elemento determinante de la salud cardiovascular.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición a contaminantes ambientales, como la polución o el ruido, contribuye al 25% de las muertes por cardiopatía isquémica en todo el mundo. Los microplásticos, que son pequeñas partículas que derivan de la degradación de productos plásticos y que ya se han detectado en el aire, el agua, los alimentos y los tejidos humanos, también se analizan por su posible impacto en la aparición de patologías como la aterosclerosis o la insuficiencia cardíaca.

Problemas en aumento

La aterosclerosis es una enfermedad caracterizada por el endurecimiento y estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de placas compuestas por grasa, colesterol, calcio y otras sustancias presentes en la sangre. Con el tiempo, estas placas reducen el flujo de sangre rica en oxígeno a los órganos y tejidos, lo que puede provocar complicaciones graves como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y enfermedades vasculares periféricas.

Según un estudio reciente, publicado en la revista European Heart Journal, las micropartículas de plástico pueden inducir estrés oxidativo, promover la agregación de plaquetas, acelerar el envejecimiento celular y desencadenar respuestas inflamatorias en las células del sistema inmunitario y endotelial, lo que aumenta el riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares.

Para el jefe de Cardiología del Hospital de Dénia, «el hecho de que los microplásticos puedan fomentar este tipo de estrés es un hallazgo que nos obliga a reconsiderar nuestras estrategias de prevención». Además, ha destacado: «La importancia de mantener una vida activa, realizar ejercicio físico de forma regular y controlar los factores de riesgo tradicionales, ya que son medidas clave para cuidar la salud cardiovascular, aunque no menos trascendente es cuidar del bienestar emocional, la calidad del sueño y la reducción de la exposición a contaminantes».

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