16 de octubre
El 16 de octubre de 1846, William Morton empleó por primera vez el éter como anestésico, dando así origen a la cirugía sin dolor. El cirujano John C. Warren asistió a la extracción de un tumor en el cuello de un paciente que no había sentido ningún dolor, gracias a haber inhalado el vapor de éter que le suministró el dentista William Morton. Desde aquel día, el 16 de octubre se conmemora el día del éter, y se consideró el nacimiento de la cirugía con anestesia.
Morton no fue el primero en suministrar una sustancia para aliviar o eliminar completamente el dolor. Sin embargo, sí que fue el primero que lo hizo delante de un público adecuado, en el lugar y en el momento precisos.
Todo comenzó a finales de diciembre de 1844, cuando Horace Wells asistió a una conferencia en la que se habló de los efectos de un gas, conocido como gas de la risa. Los asistentes, al inhalarlo, no paraban de reír y se movían con torpeza. Viendo que uno de los participantes, tras inhalarlo, se había golpeado una pierna, le preguntó si se había hecho daño. Cuando el otro negó haber sentido nada, Wells tuvo un relámpago de luz creativa y creyó que ahí estaba la solución para un problema que acuciaba desde hacía tiempo a todos los odontólogos: realizar extracciones sin dolor.
Tras familiarizarse con el uso del óxido nitroso, Wells realizó con éxito varias extracciones indoloras en diversos pacientes. En enero de 1845, comunicó sus progresos a un antiguo aprendiz, William Morton, que le ayudó en sus investigaciones. Morton, por su parte, siguió con los experimentos anestésicos, pero empleó otro gas: el éter. Experimentó primer con animales y después con humanos. Tras algunos ensayos que no dieron el resultado esperado, utilizó éter sulfúrico para extraer de forma indolora un molar.