SEMEDLAB presenta los aspectos fundamentales en la solicitud y determinación de la Lipoproteína (a) en el laboratorio clínico
Los expertos plantean la medición de la Lipoproteína (a) al menos una vez en la vida incluido en el perfil lipídico básico
La Lipoproteína (a) o Lp(a) es un factor de riesgo crucial implicado en el desarrollo de la placa aterosclerótica, lo que deriva en la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes arteriales. El incremento de su concentración se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar patologías como la estenosis valvular aórtica, enfermedad cardiovascular arteriosclerótica o el ictus isquémico. La concentración plasmática de la Lp(a) o hiperlipoproteinemia (a) es un problema de salud generalizado en la población: entre un 10% y un 30% de la población presentan valores de riesgo.
En este contexto, la Comisión de Lipoproteínas y Enfermedades Cardiovasculares de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEMEDLAB) ha publicado el documento, Aspectos fundamentales en la solicitud y determinación de la lipoproteína(a) en el laboratorio clínico; con el objetivo de establecer, en base a la evidencia actual, una serie de recomendaciones sobre a qué pacientes se debería medir la Lp(a), cuáles son los métodos de medida recomendados y sus limitaciones, las concentraciones deseables, su utilidad en la reclasificación de pacientes según su riesgo cardiovascular y el papel del laboratorio en el informe analítico.
Las enfermedades cardiovasculares y del sistema circulatorio representaron la segunda causa de muerte en España durante el año pasado, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La Lp(a), descrita por primera vez por el médico noruego Kåre Berg en el año 1963, está considerada como uno de los factores de riesgo heredables más importante en la enfermedad cardiovascular. Las concentraciones plasmáticas de Lp(a) se mantienen relativamente estables a lo largo de toda la vida de una persona, debido a su predisposición genética y se ven poco afectadas por el estilo de vida pudiendo ser de un 5-10% superior en mujeres que en hombres.
Lipoproteína (a) y su papel en la enfermedad cardiovascular
Así lo indica la presidenta de la Comisión de Lipoproteínas y Enfermedades Vasculares de SEMEDLAB, la Dra. Teresa Arrobas, quien explica que la mayoría de las guías clínicas no recomiendan el cribado universal, ya que pese a la fuerte asociación entre las concentraciones elevadas de Lp(a) y la enfermedad cardiovascular aterosclerótica y la estenosis de la válvula aórtica, actualmente no existe evidencia clínica suficiente para demostrar asociación directa entre la reducción de Lp(a) y la disminución de eventos cardiovasculares, independientemente del LDL-Colesterol, de manera que habrá que esperar a los resultados de los ensayos clínicos actualmente en proceso.
El documento de SEMEDLAB recomienda medir la Lp(a) por lo menos una vez en la vida, confirmar dos veces si se ha determinado en la niñez y repetirla de adulto. «Se debe considerar la determinación de la Lp (a) en pacientes seleccionados con historia familiar de enfermedad cardiovascular (ECV) prematura no explicable por factores de riesgo clásicos y para reclasificar el riesgo en aquellos que se encuentran en el límite entre el riesgo moderado y alto de ECV, e incluso en aquellos que se haya realizado por técnicas analíticas diferentes para su correcta monitorización», incide la Dra. Arrobas.
La Dra. Arrobas, junto con el miembro de la Comisión de Lípidos y Enfermedades Vasculares de SEMEDLAB, el Dr. José Puzo, precisa que la variabilidad intraindividual de la concentración de la Lipoproteína (a) es baja, por lo que las repeticiones de su medición estarían indicadas únicamente si se sospecha una causa secundaria que modifique la concentración de Lp(a), tales como la enfermedad renal crónica, el síndrome nefrótico o la enfermedad hepática crónica, entre otros.
Procedimientos analíticos estandarizados
La medición de las concentraciones de Lp(a) mediante un ensayo estandarizado es el método de elección para estimar el riesgo aterogénico asociado a esta lipoproteína. No obstante, como advierte el Dr. Puzo, no existe un consenso para establecer un umbral de riesgo universal, ya que existen diferencias entre los métodos utilizados para su determinación y las unidades de medida. Para minimizar los problemas relacionados con la medición de la concentración de Lp(a), el Dr. Puzo recuerda la importancia de seguir las pautas y recomendaciones de la Federación Internacional de Química Clínica y Medicina de Laboratorio (IFCC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el fin de garantizar resultados precisos y confiables.