16 de marzo
El 16 de marzo de 1670 fallecía el alquimista y químico alemán Johann Rudolf Glauber, referido a menudo como uno de los primeros farmacólogos de la historia por su descubrimiento de las propiedades medicinales de algunos minerales, así como del sulfato sódico, al que pasó a llamarse «sal de Glauber» en su honor. Este compuesto destaca por su increíble versatilidad, pues se utiliza en industrias tan dispares como la alimentaria, para diluir algunos colorantes alimenticios; para mejorar las propiedades de los detergentes; y en la fabricación del papel y del vidrio.
Glauber nació en 1604 en la Alemania rural. Poco se sabe de su vida personal, pero se cree que estudió farmacia y que trabajó en diversos laboratorios antes de montar el suyo propio. Vivió en un gran número de ciudades de la Europa central: Viena, Salzburgo, París, Colonia, Frankfurt, Basilea o Ámsterdam. Fue en esta última ciudad donde empezó su propia empresa farmacéutica en la que manufacturaba gran parte de compuestos. Aunque al principio tuvo bastante éxito empresarial, pronto cayó en la bancarrota y tuvo que remigrar a Alemania. Algunas de las áreas que más le interesaron fueron los procesos químicos de la industria alimentaria, particularmente los relativos a la fermentación del vino, y la mejora de los procesos e infraestructura para desarrollar fármacos con mayor eficacia. Es por esto último, además, que se le considera un precursor de la ingeniería química.
Tras años trabajando con químicos como metales pesados, Glauber acabó intoxicándose seriamente en 1660. Su enfermedad le obligó a permanecer en cama y a vender todo su equipamiento y sus libros para poder mantener a su familia. Falleció tras diez años de agónico periplo.