Los intensivistas andaluces impulsan un innovador estudio para integrar a las familias en los cuidados del paciente crítico en la UCI
Será presentado este sábado en el marco del XXXIX Congreso Anual SAMIUC y XIV Jornadas de Enfermería UCI que se celebra en Cádiz y en el que participan más de 200 intensivistas andaluces para abordar temas de máximo interés, como es el caso
La hospitalización en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) es una experiencia desafiante tanto para los pacientes como para sus familias. El impacto emocional y psicológico que genera puede derivar en secuelas como el Síndrome Post-Cuidados Intensivos (post-UCI), afectando la recuperación del paciente y la calidad de vida de sus seres queridos. Por ello, los intensivistas andaluces han impulsado un innovador estudio.
El Grupo de Trabajo de Enfermería de la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SAMIUC), en colaboración con la Facultad de Enfermería de Sevilla, ha llevado a cabo un estudio multicéntrico que busca integrar a los familiares en los cuidados esenciales del paciente crítico. Este proyecto, titulado Implementación y Evaluación de un Programa de Enfermería para Promover la Participación Familiar en Unidades de Cuidados Intensivos, se enmarca dentro de los proyectos de humanización de los cuidados intensivos, promoviendo una asistencia más cercana, empática y efectiva.
Este proyecto de investigación, que se ha presentado en el marco del XXXIX Congreso Anual SAMIUC y XIV Jornadas de Enfermería UCI que se celebra en Cádiz hasta el sábado, aborda uno de los grandes desafíos de la atención en UCI: la integración de los familiares en el proceso asistencial para mejorar los resultados en la salud y la experiencia tanto de pacientes como de cuidadores.
Una necesidad en la atención al paciente crítico por parte de los intensivistas andaluces
Este estudio se alinea con el creciente movimiento de humanización de los cuidados intensivos en la sanidad, cuyo objetivo es transformar la UCI en un entorno más acogedor, inclusivo y centrado en las necesidades emocionales y psicológicas del paciente y su familia, ya que el paso por esta unidad supone un gran impacto emocional y psicológico tanto para los pacientes como para sus familias.
«La UCI es un entorno altamente tecnificado, en el que la presencia de monitores, alarmas y procedimientos médicos puede generar en los pacientes sensación de aislamiento, miedo y vulnerabilidad. Para los familiares, la incertidumbre y la falta de información pueden provocar estrés, ansiedad e incluso síntomas depresivos, afectando su capacidad para brindar apoyo al paciente», explican desde el grupo de trabajo de Enfermería de la SAMIUC. «Por ello, el Grupo de Trabajo de Enfermería hemos desarrollado este estudio en colaboración con la Facultad de Enfermería de Sevilla con el objetivo de analizar cómo la integración de los familiares en los cuidados básicos, la movilización y el apoyo emocional puede influir en la evolución del paciente crítico», añaden.
En este contexto, estudios recientes han demostrado que la participación de la familia en tareas básicas de cuidado, como la higiene, la movilización o el apoyo emocional, no solo favorece la recuperación del paciente, sino que también fortalece el vínculo con el equipo sanitario, reduce el estrés y la ansiedad familiar y mejora la comunicación en la toma de decisiones.
Está investigación, por tanto, los intensivistas andaluces buscan analizar en profundidad estas dinámicas en las UCIs andaluzas y diseñar un modelo estructurado de colaboración que permita a las familias desempeñar un papel más activo en el proceso de recuperación del paciente.
Metodología del estudio. Un enfoque basado en la evidencia científica
Este estudio se llevará a cabo en varios hospitales públicos de Andalucía, con distintos niveles de atención sanitaria, garantizando una visión amplia y representativa. Las fases clave de la investigación son el análisis de la literatura científica sobre la participación familiar en UCI y sus beneficios; la realización de encuestas y entrevistas a familiares para conocer sus expectativas, miedos y disposición a colaborar; el desarrollo de un programa estructurado, con formación específica para las familias; la implementación piloto en varias UCI durante seis meses; la evaluación de impacto, midiendo la evolución de los pacientes, la satisfacción de las familias y la percepción del personal sanitario.
En cuanto a los resultados esperados e impacto en la práctica clínica, se prevé que la implementación de este programa favorezca una mayor satisfacción de los familiares con la atención en UCI; una reducción de los niveles de ansiedad en pacientes y acompañantes; una mejor comunicación entre familias y profesionales sanitarios; y en general una percepción positiva del personal de enfermería sobre la implicación familiar.
«Creemos que este estudio representa un paso fundamental hacia una humanización de la atención en las UCI, promoviendo un cambio de modelo hacia un enfoque más abierto, integrador y centrado en el paciente y su entorno. Este cambio de paradigma permite avanzar hacia un modelo de UCI en el que la familia deja de ser una mera visitante para convertirse en parte activa del proceso de recuperación», explica el grupo de Enfermería de la sociedad.
Hacia un nuevo modelo de UCI
La evidencia obtenida a partir de los datos de esta investigación permitirá desarrollar protocolos y guías de buenas prácticas para mejorar la relación entre familiares y profesionales en las unidades de cuidados intensivos. Gracias a esta iniciativa, el Grupo de Trabajo de Enfermería de SAMIUC busca generar evidencia científica que respalde la implementación de protocolos y guías de buenas prácticas en la participación familiar dentro de las UCI.
Con esta investigación, el Grupo de Trabajo de Enfermería de SAMIUC refuerza su compromiso con la innovación en la práctica asistencial, destacando el papel clave de la enfermería en la evolución hacia una UCI más humana, accesible y eficiente. «Asimismo, reforzamos el compromiso con la excelencia asistencial y la innovación en enfermería, promoviendo una visión de la UCI donde tecnología y humanidad vayan de la mano para garantizar el bienestar del paciente y su entorno», afirman.