Otsuka lanza la campaña #NosQuedamosEnCasa para visibilizar la importancia de reducir el tiempo en el hospital de los pacientes con leucemia mieloide aguda
Los pacientes de leucemia mieloide aguda tienen una edad media de 68 años y el 70% de los casos se dan en el grupo poblacional de mayores de 65
La leucemia mieloide aguda es una neoplasia hematopoyética maligna de células madre de la médula ósea, que presenta una diferenciación anómala y una acumulación clonal de células madre mieloides. Se trata del tipo de leucemia aguda en adultos más frecuente, con una edad media de los pacientes de 68 años. Aproximadamente el 70% de los casos se da en el grupo poblacional de mayores de 65. La mayoría de los tratamientos actuales para este grupo de pacientes se administran por vía parenteral durante 5-7 días/ciclo de tratamiento cada 28 días, provocando que, tras recibir un diagnóstico de LMA, los pacientes pasen más del 40% de su vida en el hospital o asistiendo a citas en consultas externas.
Con motivo del Día Mundial de la Leucemia Mieloide Aguda, que se celebra cada 21 de abril, Otsuka Pharmaceutical lanza la campaña #NosQuedamosEnCasa con el objetivo de concienciar sobre la mejora de la calidad de vida de los pacientes que padecen esta patología y, en concreto, de los beneficios asociados a la reducción del tiempo en el hospital. Para el doctor Carlos de Miguel, médico adjunto del Servicio de Hematología en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, «dar a los pacientes la oportunidad de utilizar el tiempo en el que tendrían que estar en el hospital, para poder hacer otras cosas como compartirlo con sus allegados ayudaría a mejorar su calidad de vida».
Además del tiempo que conlleva para el paciente trasladarse al hospital, si se consigue reducir el tiempo de estancia, se evita la exposición a posibles efectos adversos asociados al tratamiento hospitalario, como las infecciones nosocomiales, según explica el especialista.
Mejorar la calidad de vida de los pacientes de leucemia mieloide aguda
«Los pacientes con LMA tienen, por lo general, muy mermada su calidad de vida. Más todavía cuando se trata de los pacientes de mayor edad. El hecho de tener que acudir al hospital para recibir atención médica en consultas o para el soporte transfusional que muchos de ellos necesitan, hace que el tiempo que estos pacientes pueden pasar en su casa, compartiendo un tiempo de mayor calidad con sus seres queridos, se reduzca todavía más», explica el Dr. De Miguel. En este sentido, apunta que si consiguen que estos pacientes tengan acceso a una mayor independencia del ámbito hospitalario, habrán logrado darles muchas horas de vida para poder disfrutarlas de otra forma que no sea atados a visitas al hospital de día o, incluso, ingresados.
El especialista también ha hecho referencia a la figura del cuidador: «Si evitamos que los pacientes tengan que recurrir a la ayuda de familiares u otros cuidadores para poder trasladarse del domicilio al hospital, o la necesidad muchas veces de ambulancias para esto, reducimos la carga psicológica que esto supone para el paciente y sus cuidadores, mejorando su calidad de vida».