Diferencia entre urgencias y emergencias
Saber cuándo acudir a un centro de salud puede marcar la diferencia entre recibir atención adecuada o saturar los servicios médicos innecesariamente
Muchas personas utilizan los términos “urgencias” y “emergencias” como sinónimos, pero no significan lo mismo. Conocer la diferencia puede ayudarnos a actuar con responsabilidad y rapidez cuando se trata de nuestra salud o la de otros.
Urgencia médica
Una urgencia médica es una situación de salud que requiere atención rápida, pero que no pone en riesgo inmediato la vida del paciente. Es decir, se trata de condiciones que pueden agravarse si no se tratan en un plazo razonable, pero que no implican una amenaza vital en el momento. Algunos ejemplos son:
- Fiebre alta persistente (sin convulsiones ni otros signos graves).
- Cortes profundos que sangran pero no afectan arterias o venas mayores.
- Dolores moderados en el pecho que no empeoran rápidamente.
- Vómitos o diarrea continuos que pueden provocar deshidratación.
- Caídas con golpes que no provocan una pérdida de conciencia.
Estas situaciones requieren evaluación médica, pero muchas veces pueden resolverse en centros de atención primaria o servicios de urgencias ambulatorias, sin necesidad de acudir al hospital más cercano ni activar ningún sistema de emergencias.
Emergencia médica
Una emergencia médica, sin embargo, es una situación crítica que pone en peligro inmediato la vida del paciente o puede causar secuelas graves si no se atiende de forma urgente. Requiere una respuesta rápida, especializada y en muchos casos con intervención hospitalaria inmediata. Por ejemplo:
- Paro cardíaco o respiratorio.
- Infarto agudo de miocardio (dolor de pecho súbito, opresivo, con dificultad para respirar).
- Accidente cerebrovascular (dificultad para hablar, parálisis facial, pérdida de fuerza en brazos o piernas).
- Heridas graves con hemorragias abundantes.
- Convulsiones prolongadas o repetidas.
- Quemaduras extensas o en zonas delicadas como cara, manos o genitales.
- Reacciones alérgicas severas.
- Dificultad respiratoria grave.
- Accidentes de tráfico con lesiones visibles o pérdida de conciencia.
Ante estas situaciones, se debe llamar inmediatamente a los servicios de emergencia (112 en Europa) y seguir las instrucciones del personal especializado hasta que llegue la ayuda.
Importancia de distinguir urgencia y emergencia
Confundir una urgencia con una emergencia (o viceversa) puede tener consecuencias. Acudir innecesariamente a un servicio de emergencias colapsa los hospitales, retrasando la atención de quienes realmente lo necesitan con urgencia vital.
Por otro lado, no tomar en serio una emergencia y tratarla como una urgencia puede significar una pérdida de tiempo crucial para salvar una vida o evitar daños permanentes.
Entender la diferencia entre urgencias y emergencias médicas nos ayuda a tomar decisiones acertadas en momentos críticos. En salud, el tiempo y la acción correcta pueden marcar una gran diferencia. Ser responsables como pacientes, familiares o ciudadanos también implica saber cuándo y dónde buscar ayuda, para cuidar nuestra vida y la de los demás sin colapsar los sistemas sanitarios.
Recomendaciones para actuar correctamente
- Evalúa los síntomas con calma. Observa si la persona respira bien, está consciente, responde a estímulos y si el dolor o malestar es progresivo o súbito.
- Llama a emergencias si hay dudas razonables. Ante signos de gravedad o situaciones repentinas que parezcan fuera de control, no lo pienses dos veces.
- No automediques. A veces, dar medicamentos sin saber lo que ocurre puede empeorar la situación, especialmente en casos neurológicos o cardíacos.
- Ten a mano teléfonos de emergencia. En casa, en el trabajo y en tu móvil, asegúrate de tener acceso fácil al número de emergencias.
- Conoce los recursos de tu zona. Infórmate sobre qué centros ofrecen atención de urgencias, sus horarios y cómo acceder a ellos.