Cantabria Labs
Transformar la piel con Cantabria Labs para celebrar la vida con ciencia, cercanía e innovación
Corría el año 1989 cuando, desde el norte de España, nacía lo que hoy conocemos como Cantabria Labs. Fue en aquel mismo año cuando las familias Matji y Quintana emprendieron la aventura de crear Industrial Farmacéutica Cantabria. Una empresa familiar que, desde sus inicios, ha equilibrado el rigor científico con una vocación decidida por mejorar la salud dermatológica y la calidad de vida de las personas. Nada en su origen parecía indicar que ese pequeño laboratorio de Cantabria llegaría a ocupar un lugar privilegiado en el sector sanitario internacional.
Historia de Cantabria Labs
Los primeros años marcaron el rumbo, ya que en 1994 la adquisición del 100% de Industrial Farmacéutica Cantabria representó una reorientación estratégica, con apertura hacia líneas más innovadoras y especializadas. Solo un año después, en 1995, llegó una verdadera revolución, es decir, la empresa patentó la fotoprotección oral, fruto de una colaboración pionera con Harvard Medical School y el Dr. Fitzpatrick, padre de la dermatología moderna. Nació así Fernblock®, el extracto del helecho Polypodium leucotomos, piedra angular de Heliocare, su línea más emblemática, hoy presente en más de 80 países y que abarca desde cápsulas orales hasta fotoprotectores tópicos de amplio espectro, muy reconocidos tanto por dermatólogos como por consumidores.
Productos conocidos
Consolidar esta innovación fue solo el principio. A lo largo de los años 2000, Cantabria Labs fue tejiendo una presencia internacional reconocida. En 2003 se aliaron con el laboratorio italiano Difa Cooper y en los años siguientes adquirieron tecnologías clave como RetinSphere®, con la que desarrollaron Endocare, línea antiedad de referencia, Biretix, especializada en piel grasa y con tendencia acneica, y Neoretin, centrada en despigmentación y renovación cutánea. Estos nombres, junto con Heliocare, forman hoy el núcleo más reconocible de la marca y se han convertido en habituales en las consultas de dermatología.
El progreso se aceleró entre 2009 y 2017 cuando se inauguró la filial en Portugal, dado que se lanzó una patente para regeneración celular y se incorporaron soluciones como Iraltone para la salud capilar y Elancyl para el cuidado corporal. También llegaron nuevas categorías con Blue Caps para pieles con psoriasis o atopía, así como la apuesta por complementos alimenticios de salud integral con Inmunoferon. Estas marcas, lejos de ser simples productos, representan una estrategia global en la que cada fórmula nace de investigación propia y colabora con profesionales sanitarios para garantizar su eficacia.
Rebranding de la marca
En 2018, el rebranding a Cantabria Labs marcó una etapa de madurez empresarial. Se nombró a Susana Rodríguez Navarro como CEO y comenzó la construcción de su nueva fábrica ecosostenible en La Concha, con procesos de industria 4.0 y capacidad para millones de unidades al año. Este centro de producción se ha convertido en la cuna donde se fabrican mucho de los productos con controles de calidad que superan los estándares de la industria.
En 2020, mientras el mundo se enfrentaba a la pandemia, Cantabria Labs fabricó y donó más de tres millones de geles hidroalcohólicos, demostrando su capacidad de reacción y compromiso social. En paralelo, continuó con lanzamientos clave, como Biretix Tri-Active Spray para zonas corporales con acné o nuevas versiones de Heliocare 360º con texturas más ligeras y fórmulas antipolución.
Actualidad
Hoy Cantabria Labs no es solo un fabricante de productos, sino un ecosistema de marcas que abarcan desde el cuidado facial y capilar hasta la salud sistémica. Entre sus innovaciones recientes destaca la tecnología Aspa-Fernblock®, que potencia la acción del fotoprotector oral y tópico; Skin Resist, enfocada en pieles sensibles y maduras; y la línea de suplementos NDL Pro-Health, lanzada junto a Rafa Nadal, que refuerza la vitalidad y el rendimiento físico. Así pues, cada lanzamiento reafirma su posición en el mercado y su cercanía con profesionales sanitarios, farmacéuticos y consumidores finales.
Más allá del producto, la compañía se distingue por una filosofía clara, siendo esta celebrar la vida. Esto se refleja en su compromiso con la formación, la investigación y la responsabilidad social. La Fundación Cantabria Labs, creada en 2024, canaliza proyectos solidarios como DerMalawi o programas de inclusión laboral a través del Centro Especial de Formación y Empleo José Antonio Matji.
Hoy, el proyecto de Cantabria Labs combina excelencia científica, crecimiento económico y sensibilidad social. Su historia es la de una empresa que ha sabido conservar el espíritu emprendedor de sus orígenes mientras crecía, innovaba, cuidaba a su gente y miraba al mundo con responsabilidad. Y, sobre todo, es la historia de cómo una marca española ha logrado que sus productos sean sinónimo de confianza, eficacia y ciencia hecha en España.