Zerca y Lejos (ZyL)
ZyL lleva casi 25 años impulsando proyectos para restaurar los servicios sanitarios en zonas empobrecidas del África subsahariana
Zerca y Lejos (ZyL) nació en Madrid en 2001 como una pequeña asociación impulsada por la médica María Rebollo y el odontólogo Francis Guzmán, y en pocas semanas tomó rumbo a la selva camerunesa para su primera inmersión en terreno. Aquel comienzo artesanal (con base en Bengbis y un vínculo estrecho con agentes locales) marcó la impronta de una organización que hoy mantiene una vocación clara: acompañar a las comunidades indígenas y rurales más aisladas para asegurar su derecho efectivo a la salud. El reconocimiento como Entidad de Utilidad Pública por el Ministerio del Interior, publicado en el BOE el 16 de febrero de 2011, consolidó su madurez institucional y su compromiso de transparencia
Con los años, la intervención sanitaria fue afinando método y alcance. Desde la región del Sur, en el departamento de Dja et Lobo, ZyL se expandió a los subdepartamentos de Bengbis, Djoum y Mintom, manteniendo además presencia en Yaoundé y una línea de trabajo histórica en el Extremo Norte, donde la inseguridad obligó a reducir equipos expatriados, pero no el apoyo a la población. La experiencia adquirida en la selva africana se trasladó, con aliados locales, a comunidades ribereñas de la Amazonía peruana, sin perder el anclaje en Madrid para la sensibilización. El resultado es una geografía del cuidado que combina intervención directa, formación y mediación cultural en entornos de difícil acceso.
Planes de actuación
La faceta sanitaria de ZyL se articula en torno a un plan con tres frentes complementarios: salud pública, atención primaria y campañas especializadas. El contexto obliga: largas distancias, pistas impracticables en época de lluvias y hogares diseminados en la selva dificultan el contacto regular con el sistema público. Para sortear esa barrera física y económica, la organización sostiene una red de enfermeros en dispensarios, auxiliares y agentes de salud comunitaria que recorren los poblados, registran casos, previenen, vacunan y derivan cuando es necesario. Esa estrategia móvil, apoyada en personal local, es la clave de continuidad y, sobre todo, de confianza con el pueblo baka, destinatario central de los programas.
La columna vertebral del dispositivo son los dispensarios de Bengbis, Djoum y Mintom, cuya gestión y formación continuada buscan elevar la calidad de la atención y reducir la prevalencia de patologías comunes. Sobre esa base se despliega el apoyo logístico al Programa Nacional de Vacunación de Camerún, que acerca las dosis a aldeas donde apenas la mitad de la población vive a menos de cinco kilómetros de una estructura sanitaria y donde el déficit de personal (apenas dos médicos por cada 10.000 habitantes) penaliza a las zonas rurales.
En paralelo, el programa de salud materno-infantil realiza seguimiento de embarazadas y recién nacidos, detecta y trata la malnutrición aguda y refuerza la prevención de diarreas y malaria; para enraizarlo en la cultura local, ZyL ha formado a parteras tradicionales como agentes de cambio en sus propias comunidades. La salud bucodental, tradicionalmente olvidada, se integra mediante clínicas y formación de técnicos baka en odontología preventiva y básica, con un enfoque de soberanía sanitaria.
Campañas de Zerca y Lejos
Cada año, la organización organiza una campaña de cirugía que convierte el bloque operatorio de Bengbis (dos quirófanos levantados en 2010 con equipamiento donado por el Hospital Puerta de Hierro) en un polo regional para intervenciones de cirugía general, pediátrica, ginecológica y traumatológica. El dispositivo se prepara meses antes con cribados itinerantes y consultas preanestésicas; en la semana de mayor actividad se priorizan los casos complejos. En cifras, la campaña atiende de media unas 600 consultas, practica alrededor de 250 cirugías y realiza ecografías y revisiones ORL escolares; desde 2005 ha superado las 10.000 consultas y rozado las 5.000 intervenciones. Para pacientes del Extremo Norte se firmó además un acuerdo con la Fundación Mayo Rey que evita traslados de días.
La promoción de la salud se trabaja también desde lo comunitario. Un ejemplo singular es el Campeonato Baka sin Alcohol, un torneo anual de fútbol en Mintom que exige abstinencia a los jugadores, promueve hábitos saludables e impulsa la convivencia entre jóvenes baka y bantúes, con participación femenina en igualdad de condiciones. La iniciativa nació tras años de diálogo con las comunidades para abordar, con un lenguaje propio, el impacto del alcoholismo en su tejido social.
El alcance humano sostiene esa ambición. ZyL describe un equipo híbrido y multicultural, con más de un centenar de trabajadores en terreno, un pequeño núcleo en sede y una base voluntaria amplia y estable, además de más de mil socios que aportan continuidad financiera. No se trata solo de manos, sino de una arquitectura organizativa diseñada para decidir y ejecutar sin burocracia innecesaria: una Asamblea, hoy de trece miembros, que se reúne al menos una vez al mes y una Junta Directiva elegida cada cuatro años, con cargos no remunerados y perfiles diversos, dan dirección estratégica y custodia económica.
Reducir brechas y aumentar la accesibilidad
La gobernanza se alinea con una política de transparencia que explica cómo se financia la entidad (cuotas de socios, donaciones, alianzas con empresas y colegios, y concurrencia a convocatorias públicas y privadas), publica sus cuentas y detalla la elección periódica de cargos. Como asociación inscrita en el Registro del Ministerio del Interior y ONGD reconocida en AECID, ZyL presenta memorias económicas y de actividades que recogen su objeto social y su número registral. El reconocimiento de utilidad pública, con los beneficios fiscales que comporta para sus donantes, remacha ese compromiso con la rendición de cuentas.
En el centro de todo está un objetivo preciso y medible: reducir brechas de acceso y de resultados en salud allí donde la geografía, la pobreza y la discriminación se cruzan. En contextos como el camerunés, cuyas estadísticas oficiales han señalado históricamente una mortalidad materna y neonatal elevadas, el enfoque de ZyL (proximidad cultural, primer nivel de atención fortalecido, derivación quirúrgica cuando procede y promoción de hábitos de vida) actúa en las dos orillas del problema: la oferta y la demanda. No promete milagros ni soluciones rápidas; acompaña, capacita y construye capacidad local para que, con el tiempo, la salud deje de ser un privilegio y pase a ser, como dicta el derecho, un bien común.