Hospital Leza
A lo largo de casi un siglo, el Hospital de Leza ha pasado de ser un sanatorio antituberculoso para consolidarse como centro de media y larga estancia con alta importancia para la Rioja Alavesa
Su historia, su evolución asistencial, sus recientes reformas y su papel en pacientes que requieren estancias prolongadas lo convierten en un referente del sistema público de salud en Álava.
El Hospital de Leza fue diseñado en 1934 por el arquitecto Pablo Zabalo y construido en apenas un año. Fue inaugurado en 1935 como un sanatorio destinado al tratamiento de la tuberculosis, bajo la denominación de sanatorio de Leza. En aquellos primeros años su función se centró mucho en enfermedades respiratorias, especialmente tuberculosis y convalecencias relacionadas.
Desde 1948 hasta finales de los años setenta, el Hospital Leza amplió su papel al convertirse en un centro de cirugía torácica, atendiendo pacientes de diversas provincias que requerían intervenciones relacionadas con afecciones pulmonares. Con la llegada de la autonomía sanitaria en el País Vasco en la década de los ochenta, el hospital inició una nueva fase de expansión de servicios médicos más generales, rehabilitación, cuidados crónicos, entre otros.
Servicios actuales, especialidades y perfil asistencial del Hospital Leza
Hoy, el Hospital de Leza cuenta con aproximadamente 63 camas destinadas para hospitalización de media y larga estancia. Atiente a pacientes múltiplemente enfermos (pluripatológicos), personas que han sufrido ictus, politraumatismos, convalecientes que requieren rehabilitación, cuidados paliativos y seguimiento prolongado. La estancia media de hospitalización ronda los 58 días, lo que habla del carácter de continuidad asistencial que define al centro.
Además de la hospitalización, el centro ofrece consultas externas en áreas como rehabilitación, traumatología, dermatología, ginecología y obstetricia, psiquiatría, medicina interna, medicina crónica, cuidados paliativos. Dispone de servicios auxiliares como laboratorio, análisis, y ha adaptado espacios para favorecer tanto la comodidad como la accesibilidad de los pacientes, incluidos jardines, rampas y accesos mejorados.
Mejoras recientes y sostenibilidad
En los últimos años, el Hospital de Leza ha realizado reformas importantes para modernizar tanto su infraestructura como su eficiencia energética. Se han rehabilitado fachadas, cubierta y espacios exteriores, incluidos jardines y accesos peatonales, para hacerlos más funcionales, accesibles y agradables para los pacientes, visitantes y profesionales.
También se han sustituido antiguas instalaciones de calefacción por sistemas más eficientes y se ha mejorado el aislamiento térmico del edificio, con la intención de reducir el consumo energético. Se ha construido un nuevo aparcamiento para mejorar el acceso, y se han hecho mejoras en espacios interiores como televisores de las habitaciones, rampas de acceso, entre otros.
Estas actuaciones forman parte de una inversión destinada a modernizar el centro, mejorar condiciones para quienes requieren estancias largas, y asegurar mayor eficiencia y confort.
Importancia regional
El Hospital de Leza presta servicio a la OSI Rioja Alavesa, que atiende a cerca de 11.500 habitantes de la comarca. Además, su alcance va más allá de este territorio, ya que actúa como centro especializado para pacientes que necesitan rehabilitación prolongada, convalecencia o cuidados paliativos. Su perfil se diferencia del hospital general al asumir pacientes con necesidades de recuperación funcional y seguimiento de enfermedades crónicas.
El Hospital de Leza ha recorrido un camino de adaptación constante, es decir, de sanatorio antituberculoso a centro para pacientes con largos periodos de recuperación, rehabilitación, convalecencia y cuidados paliativos. Gracias a las reformas recientes, su perfil asistencial especializado y su compromiso institucional, sigue siendo un pilar del sistema sanitario en Álava, especialmente para quienes más requieren atención prolongada.
Con una visión de futuro centrada en mejorar calidad, confort, eficiencia y cercanía, Leza demuestra que los hospitales públicos de media-larga estancia tienen una función esencial no solo clínica sino humana, acompañando a pacientes cuando otros centros terminan la fase aguda y necesitan cuidados continuados.