Alfasigma
Alfasigma, la fusión italiana que impulsa innovación y salud en el mundo
Orígenes y nacimiento de un grupo poderoso
Alfasigma surge de la unión en 2015 de dos farmacéuticas de arraigo en Italia: Alfa Wassermann y Sigma-Tau. Cada una de ellas tenía ya muchas décadas de trayectoria, con auténtico legado en investigación, desarrollo, marcas consolidadas y presencia internacional. La fusión permitió combinar fuerzas, conocimientos y estructuras, dando lugar a un grupo ambicioso que busca no solo conservar lo logrado, sino ampliar su potencial en mercados globales, terapias especializadas y productos de autocuidado.
La sede central opera desde Italia, con centros de decisión en Bolonia y Milán, mientras que dispone de varias plantas de producción, incluyendo algunas en Italia, pero también una en Tortosa, Tarragona (España). Sus laboratorios de I+D en Italia tienen un peso estratégico importante, con centros en Pomezia y Bolonia que dedican esfuerzos a innovación farmacéutica, química analítica y desarrollo tecnológico moderno. La combinación de tradición con visión de futuro ha sido clave para su posicionamiento competitivo.
Áreas terapéuticas y cuadro de productos diferenciados
Alfasigma concentra su actividad terapéutica en varias áreas con alto impacto clínico, especialmente gastroenterología, vascular y traumatología. En gastroenterología, ocupa un lugar destacado gracias a productos bien conocidos como Spiraxin (rifaximina) para tratar diversas patologías intestinales, lo que permite responder tanto a enfermedades funcionales como a trastornos más concretos del aparato digestivo.
En el área vascular, productos como Aterina son relevantes para el manejo de enfermedades venosas. También destaca su línea de curas y heridas, en la que sabe combinar fórmulas tradicionales con avances modernos; marca histórica como Linitul forma parte central de su oferta en España.
Además, Alfasigma no se limita a medicamentos de prescripción, sino que también trabaja con productos de autocuidado, complementos alimenticios y productos de venta libre. En ese segmento se incluyen productos para el alivio de molestias de garganta (como Angileptol), soluciones digestivas, probióticos, repelentes, entre otros. Esa diversificación le permite llegar tanto a profesionales sanitarios como al consumidor final, adaptando formulaciones, presentaciones y canales.
Dentro del mercado español, su estrategia ha sido fuerte en gastroenterología, pero también crecen otras líneas como Autocuidado, y el segmento de Consumer Health aparece como oportunidad clara para adquisiciones locales o lanzamientos que fortalezcan la presencia de marcas propias. Alfasigma busca integrar productos con alto reconocimiento local, consolidar referencia en áreas como heridas, vascular y digestiva, y adaptarse a las particularidades regulatorias y de mercado del sistema sanitario español.
Innovación, adquisiciones y proyección internacional
El grupo Alfasigma ha apostado por la innovación tanto orgánica como inorgánica. Un ejemplo clave de adquisición fue la compra de la empresa italiana Sofar en 2022, especializada en gastroenterología, complementos alimenticios y productos sanitarios, lo que sumó marcas reconocidas como Pentacol, Enterolactis, Gerdoff, Cistiflux y Siler al catálogo. Esta adquisición fortalece su presencia en el área gastrointestinal, campo considerado estratégico.
A nivel global, Alfasigma tiene intención de duplicar sus ventas en cinco años y casi triplicarlas en diez, apoyándose en una red de cerca de 17 filiales, plantas de producción en varios países, laboratorios de I+D robustos, y una línea de productos que mezcla lo especializado con lo de uso más cotidiano. También ha desarrollado unidades de fabricación por contrato (CDMO) para terceros, lo que permite ofrecer servicios de desarrollo y producción farmacéutica a otras empresas, aprovechando su capacidad industrial y técnica.
Cultura corporativa, valores y responsabilidad social
La misión de Alfasigma se centra en la frase: “Pharmaceuticals with Passion”, una apuesta por mejorar la salud y la calidad de vida de personas, cuidadores y profesionales sanitarios mediante productos innovadores y adaptados a las necesidades reales. Entre sus valores se destacan la integridad, la perseverancia y la pasión. Estos principios inspiran no solo su oferta de productos sino también su forma de trabajar con empleados, con socios científicos, con autoridades regulatorias y con la sociedad en general.
La empresa también ha realizado inversiones considerables en investigación tecnológica, en sus infraestructuras productivas modernas y en mejorar procesos, con avances como laboratorios de nueva generación, mejora en eficiencia y la integración de novedades en producción farmacéutica. Asimismo, ha manifestado interés por adquisiciones locales en España, reforzando su capacidad de adaptación al contexto regulatorio y de mercado regional.
Objetivos futuros
Una meta clara es ampliar su cartera patentada, desarrollar indicaciones nuevas para productos existentes, mejorar la fabricación local, profundizar en investigación clínica y adaptarse a los cambios en los hábitos del consumidor hacia opciones más accesibles, limpias y transparentes. Alfasigma tiene objetivos ambiciosos, es decir, crecer en volumen de ventas globales, duplicarlos en próximos años, consolidar su posición en mercados internacionales, fortalecer sus filiales y continuar adquiriendo compañías que aporten productos complementarios.
Alfasigma representa un caso moderno de farmacéutica global que combina raíces históricas con innovación, presencia territorial firme y aspiraciones de crecimiento. Sus productos cubren un espectro amplio, desde terapias especializadas hasta autocuidado, lo que le da resiliencia frente a cambios de mercado. En España ya es protagonista gracias a marcas históricas, producción local, filiales activas y una estrategia clara en áreas terapéuticas clave. Si logra mantener su equilibrio entre innovación, calidad, competencia y valores, su futuro parece prometedor, tanto para pacientes como para el sistema sanitario.

