BCN Checkpoint
Este centro es uno de los principales puntos neurálgicos de la prevención y el diagnóstico del VIH no solo de España, sino de Europa
Barcelona fue uno de los pocos lugares de Europa donde la sociedad civil tomó la delantera en la respuesta al VIH, tejiendo alianzas con la sanidad pública sin renunciar a su autonomía. De ese impulso surgió un dispositivo que convirtió la prevención y el diagnóstico en una puerta de entrada cercana y sin estigma. Desde 2006, BCN Checkpoint ha consolidado un modelo comunitario de salud sexual pionero en Europa, creado por la ONG Projecte dels NOMS-Hispanosida para responder al impacto del VIH entre hombres gais, otros hombres que tienen sexo con hombres y mujeres trans.
Su enfoque marcó un cambio de paradigma en Barcelona y se ha convertido en un referente técnico y social. La entidad mantiene hoy una colaboración estable con la Fundació Lluita contra les Infeccions, el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol y el Institut Català de la Salut, lo que ha ampliado su base clínica y de investigación sin perder el carácter comunitario que define su origen.
En su historia temprana destacan hitos que explican su identidad actual. La organización fue reconocida por la Generalitat con la Creu de Sant Jordi en 2017, un galardón que subrayó la continuidad de iniciativas nacidas desde la sociedad civil: el Día de la Prueba del VIH (2004), el Memorial Internacional del Sida en Barcelona (1994) y, en 2006, la apertura del propio Checkpoint, que introdujo la prueba del VIH en entornos no clínicos y facilitó un acceso más ágil al diagnóstico. Ese mismo espíritu de innovación se refleja en su discurso público, claro en la defensa de la detección temprana y de la profilaxis preexposición (PrEP), y en su capacidad de tejer alianzas institucionales.
Un proyecto para unir a todos
La cartera de servicios combina pruebas rápidas de VIH y cribados de otras infecciones de transmisión sexual con prestaciones de valor añadido que apuntalan la prevención combinada. Además de la atención médica para ITS como sífilis, clamidia y gonorrea, y del cribado de hepatitis C, el centro ofrece vacunación, seguimiento para personas con VIH y apoyo psicológico, incluida la intervención específica en chemsex. Desde 2017 funciona junto a su sede BCN PrEP·Point, primer centro comunitario europeo especializado en PrEP, que ordena la indicación, el seguimiento y la adherencia de esta estrategia de prevención y facilita la entrada de los usuarios al circuito asistencial. El itinerario de acceso a la PrEP es público y transparente, y el modelo ha sido documentado en la literatura científica como ejemplo de provisión integral de salud sexual desde un dispositivo comunitario.
El alcance del proyecto se aprecia en sus magnitudes y en la calidad de sus resultados. Por ejemplo, en los últimos años, más de 10.000 personas utilizan anualmente sus servicios, lo que refleja una demanda sostenida y diversa. Más de 5.000 usuarios; su práctica clínica ha contribuido a que una parte sustancial de los diagnósticos positivos se detecte en fases muy precoces, en las primeras semanas, e incluso días, lo que optimiza el tratamiento y reduce la transmisión. La ampliación prevista de instalaciones anunciada en 2026 confirma esa proyección.
Objetivos cuantificables
La estructura organizativa combina liderazgo comunitario y dirección clínica. Al frente se sitúa un equipo directivo con Michael Meulbroek (presidente fundador) y Ferran Pujol (director fundador), junto con la coordinación general de Jorge Saz; bajo esta capa operativa, un equipo médico y sanitario con dirección médica, facultativos, personal de enfermería y psicología se articula con áreas de administración, investigación, comunicación, recepción y facilitadores de servicio. Del mismo modo, su organigrama es nítido: gobierno y estrategia en clave comunitaria, y un despliegue asistencial interdisciplinar que permite absorber desde la alta rotación de pruebas hasta programas de seguimiento más intensivos. La alianza con la Fundació Lluita contra les Infeccions y con el ICS añade músculo clínico y de investigación a ese esqueleto organizativo.
Los objetivos estratégicos se mantienen estables y verificables: reducir la incidencia del VIH mediante diagnóstico precoz, prevención combinada y vinculación rápida a tratamiento; reforzar la autonomía de las personas usuarias con información clara y accesible; y sostener, desde la evidencia, políticas públicas que aceleren la caída de nuevas infecciones. La defensa de la PrEP como política sanitaria, junto con la normalización del test en espacios comunitarios, resume esta hoja de ruta, que la entidad ha explicitado reiteradamente en su comunicación pública y en foros institucionales.
Quitar estigmas
La actividad de campaña y de incidencia pública ofrece ejemplos concretos. El Memorial Internacional del Sida en Barcelona, impulsado por Projecte dels NOMS y custodiado por BCN Checkpoint, ha cumplido 32 años como acto cívico de recuerdo y movilización; su derivada artística, el Tapiz Memorial del Sida, ha sido expuesta en instituciones como el Museo de Historia de Cataluña, conectando duelo, memoria y educación sanitaria. En paralelo, el centro ha presentado resultados de investigación en congresos europeos como IUSTI, particularmente en detección de infecciones agudas y cribado de ITS, y ha participado en proyectos competitivos, como EmERGE (plataforma móvil para la autogestión del VIH), financiado por la Unión Europea. Con la apertura de BCN PrEP·Point, la organización transformó esa agenda de incidencia en un servicio concreto que ha acelerado la adopción de la PrEP en Barcelona y ha servido de modelo para otras ciudades.
Todo ello explica la singularidad de BCN Checkpoint en el ecosistema de salud pública catalán. Su impacto no reside solo en los números, sino en la confianza que ha construido entre los colectivos a los que se dirige: ofrecer la prueba, atender sin estigma, abrir la puerta a la PrEP y sostener el vínculo cuando aparece un diagnóstico. Al cabo, esa combinación de práctica sanitaria y capital social es la que permite a una ONG trascender el activismo y convertirse en una pieza estable de la respuesta frente al VIH.