Cruz Roja
La Cruz Roja se presenta como la mayor red de ayuda humanitaria a nivel global, llegando a tener presencia en hasta 191 países
Cruz Roja Española forma parte del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la mayor red humanitaria del mundo, presente en 191 países y guiada por principios como la humanidad, la imparcialidad, la neutralidad, la independencia, el carácter voluntario, la unidad y la universalidad. En España, estos principios se concretan en una institución humanitaria de carácter voluntario y de interés público, reconocida jurídicamente como auxiliar y colaboradora de las Administraciones públicas en el ámbito social y humanitario, que actúa bajo la protección del Estado y dispone de personalidad jurídica propia y plena capacidad para desarrollar sus fines en todo el territorio nacional.
El origen remoto de la Institución se sitúa en la experiencia del suizo Henri Dunant en la batalla de Solferino (1859), cuyo impacto dio lugar a la creación, en 1863, del Comité Internacional de la Cruz Roja en Ginebra y, al año siguiente, al primer Convenio de Ginebra sobre la protección de los heridos en campaña. España fue uno de los primeros países en sumarse a ese esfuerzo normativo: en 1864 se adhirió al Convenio y, poco después, se organizó una sociedad nacional de la Cruz Roja bajo los auspicios de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. El nacimiento oficial de Cruz Roja Española se fija el 6 de julio de 1864, fecha en la que una Real Orden de la reina Isabel II la reconoce como Sociedad de Utilidad Pública; entre sus impulsores destacan el médico militar Nicasio Landa y el conde de Ripalda, Joaquín Agulló.
Historia de la organización
Durante sus primeras décadas, la institución centró su labor en contextos bélicos, fiel al espíritu fundacional del Movimiento. Participó en la asistencia a heridos de la guerra franco-prusiana (1870–1871), en la tercera guerra carlista y en otros conflictos, desplegando personal sanitario, material y conocimientos que complementaban la actuación de los servicios militares. Con el tiempo, a medida que la sociedad española se urbanizaba y se consolidaba un sistema público de protección social, Cruz Roja fue ampliando su campo de actuación hacia la atención en catástrofes, la intervención social con colectivos vulnerables y la promoción de la salud y la educación, en una dinámica de adaptación continua a nuevas formas de sufrimiento y exclusión.
El marco jurídico actual de Cruz Roja Española recoge una finalidad general muy definida: difundir y aplicar los Principios Fundamentales del Movimiento. A partir de ese eje, los Estatutos establecen objetivos específicos que van desde la búsqueda y el fomento de la paz y la cooperación, hasta la difusión del Derecho Internacional Humanitario y de los derechos humanos, la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres y la respuesta a las necesidades de quienes sufren, tanto en conflictos armados como en accidentes, catástrofes, epidemias o crisis sociales. Los textos estatutarios subrayan también la prioridad que se concede a las personas y colectivos con mayores dificultades de integración social, a las personas dependientes y sus familias, y a la protección y mejora del medio ambiente, así como la importancia de la formación y de la participación voluntaria como instrumentos para alcanzar esos fines.
Servicios que ofrece la Cruz Roja
La manera en que se traducen esos objetivos se refleja en una amplia gama de funciones y servicios. En el ámbito de las emergencias, Cruz Roja interviene ante incendios forestales, terremotos, inundaciones, nevadas y otros riesgos, presta apoyo sanitario y psicosocial, moviliza equipos de intervención rápida y participa en la búsqueda de personas desaparecidas, en coordinación con el resto del Movimiento y con las autoridades competentes. A esta vertiente se suman el transporte sanitario y adaptado, el salvamento marítimo y el socorrismo en playas y grandes eventos, así como servicios de teleasistencia y atención domiciliaria que permiten a muchas personas mayores o con movilidad reducida seguir viviendo en su entorno habitual con mayor seguridad.
La institución despliega, además, una intensa labor de intervención social con personas en situación de pobreza, desempleo, discriminación, migración forzada o sin hogar, a través de programas de inclusión, acogida, apoyo escolar, acompañamiento y orientación. Su Plan de Empleo ofrece itinerarios personalizados de inserción sociolaboral, formación y mejora de competencias, mientras que el área de salud desarrolla iniciativas de promoción de hábitos saludables, prevención de adicciones y apoyo a personas con enfermedades crónicas, siempre con especial atención a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad. La actividad formativa (que incluye estudios profesionales, cursos para la ciudadanía y modalidades en línea) refuerza estas funciones y contribuye a que el voluntariado y el personal cuenten con capacitación actualizada en primeros auxilios, emergencias, acción social o cooperación internacional.
Presencia extendida
El alcance de Cruz Roja Española se aprecia tanto en su dimensión territorial como en sus cifras de actividad. Los Estatutos la definen como la única Sociedad Nacional de la Cruz Roja en España, con capacidad para actuar en todo el territorio, desde su sede central en Madrid hasta miles de asambleas locales y comarcales. Según los datos de su memoria, la organización ha llegado en los últimos años a entre 12 y 15 millones de personas anuales y cuenta con centenares de miles de personas voluntarias y más de un millón de personas socias y empresas colaboradoras que sostienen sus programas.
Esta presencia extendida se articula, a nivel global, mediante la pertenencia a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y el reconocimiento por parte del Comité Internacional de la Cruz Roja como Sociedad Nacional, lo que le permite cooperar en operaciones humanitarias más allá de las fronteras españolas.
Quién manda en Cruz Roja
Para sostener una estructura de esa envergadura, Cruz Roja Española dispone de un organigrama complejo pero coherente con su base territorial. En la cúspide se sitúa la Asamblea General, que define la política general de la Institución y fija los objetivos a medio plazo; entre sus sesiones, el Comité Nacional actúa como máximo órgano de gobierno, vela por el cumplimiento de los mandatos y aprueba los planes de actividad de los comités autonómicos. A este nivel se suma la Presidencia, responsable de dirigir y coordinar la actividad global y de representar a la organización.
Por debajo, los comités autonómicos y provinciales establecen objetivos y planes de trabajo para sus respectivos ámbitos, elaboran y ejecutan presupuestos y supervisan la gestión de las asambleas locales y comarcales, donde se materializa el contacto cotidiano con la población. Cruz Roja Juventud dispone de representación en estos órganos, lo que permite incorporar la mirada de la infancia y la juventud a las decisiones institucionales.
El recorrido de la institución puede ilustrarse a través de algunas campañas y actuaciones emblemáticas. Durante la crisis económica de la pasada década, el llamamiento Ahora + que nunca concentró esfuerzos en la ayuda básica a las personas más afectadas, combinando la distribución de alimentos, juguetes, ropa y material de higiene con acciones específicas de empleo y prevención de desahucios; el tradicional Día de la Banderita, una jornada de cuestación y sensibilización en las calles, se orientó también a reforzar ese llamamiento gracias a la implicación del voluntariado, las empresas y la ciudadanía.
Respuestas rápidas
Con la irrupción de la pandemia de COVID-19, Cruz Roja puso en marcha el Plan Cruz Roja RESPONDE, concebido como la mayor movilización de recursos, capacidades y personas de su historia, articulado en áreas como socorros, intervención social, educación, empleo, salud y medio ambiente. En el marco de este plan se atendió a cerca de 5,9 millones de personas a través de más de 41 millones de respuestas, con la participación de decenas de miles de personas voluntarias, y se desplegaron iniciativas específicas como el servicio Cruz Roja Te Escucha, un dispositivo de apoyo y acompañamiento psicosocial para quienes sufrían malestar emocional, soledad o duelo durante y después de la crisis sanitaria.
La experiencia acumulada en RESPONDE ha dado paso a programas posteriores como Cruz Roja Reacciona, orientados a mitigar el impacto de la pospandemia, la inflación y otros factores de vulnerabilidad, con especial atención a las mujeres y a las familias con menores a cargo.
A lo largo de más de siglo y medio, Cruz Roja Española ha conjugado su condición de organización auxiliar de los poderes públicos con una fuerte identidad propia, sustentada en el voluntariado, en la proximidad territorial y en un marco normativo que prioriza la dignidad humana por encima de cualquier otra consideración. Esa combinación de principios claros, objetivos definidos y estructuras de gobierno escalonadas le permite seguir adaptándose a nuevas crisis y necesidades, sin perder la referencia de aquello que justifica su existencia: aliviar el sufrimiento de las personas vulnerables y acompañarlas, con discreción pero de manera constante, allí donde se encuentren.

