6 de febrero
El 6 de febrero de 2002, la Clínica Universitaria de Navarra realizó el primer implante de células madre en España para regenerar un corazón infartado. El paciente era un hombre de 70 años que había sufrido tres infartos. Se le inyectaron células madre obtenidas del músculo de su pierna con la esperanza de que se convirtiesen en células musculares cardiacas.
Para obtener las células madre se realizó una biopsia al paciente en el músculo vasto externo de una pierna. Tras un proceso de selección y purificación, las células se cultivaron durante tres semanas, hasta obtener más de 300 millones de células que se inyectaron en la cara inferior del ventrículo izquierdo, la parte que el hombre tenía más dañada por los infartos. Además, en el cultivo solamente se utilizó un medio proveniente del propio enfermo, por lo que se evitó la contaminación y el rechazo. El paciente salió de la UCI 24 horas después de la intervención.
Durante la operación, se restableció el flujo de la sangre en las zonas no afectadas por el infarto mediante un by-pass y, para regenerar la parte del ventrículo afectado por el infarto, se inyectaron las células madre musculares en la periferia de la zona necrótica. Los estudios han demostrado que esta técnica aumenta la elasticidad del ventrículo y además, se incrementa el grosor de la región del infarto y se reduce el riesgo de formación de aneurismas.