27 de marzo
Tal día como hoy, un 27 de marzo de 1960, fallecía en Madrid el médico, pensador, político y escritor español Gregorio Marañón, figura clave del intelectualismo español durante el siglo XX. A lo largo de su vida, Marañón fue adquiriendo conocimientos y experiencia sobre todas estas áreas, conocimientos con los que llegó a escribir numerosas obras de gran impacto internacional. Durante su juventud, llegó a formar parte de la entonces llamada Generación del 14, a la que también pertenecieron otras personas relevantes para la cultura española como José Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez, Ramón Pérez de Ayala, Manuel Azaña o Ramón Gómez de la Serna, entre otros.
Marañón nació en Madrid un 19 de mayo de 1887, en el seno de una familia de clase media-alta. Su padre, Manuel Marañón y Gómez-Acebo, fue miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España y amigo de figuras importantes en el mundo de la cultura de la época como Benito Pérez Galdós o Jose María de Pereda. Comenzó a cursar sus estudios de Medicina en la adolescencia, llegando a ser alumno de Ramón y Cajal. Ya en esta etapa Marañón exhibió gran talento, llegando a publicar sus primeros artículos académicos y obteniendo premios aún tan solo siendo estudiante. Llegó incluso a licenciarse con honores por su rendimiento y su tesis titulada La sangre en los estados tiroideos.
Una trayectoria impecable
A finales de la década de 1910, Marañón comenzó a exhibir su preocupación por cuestiones políticas. A los artículos publicados sobre estas inquietudes le siguieron primero su nombramiento en 1919 como consejero de Sanidad; y como consejero de Instrucción pública después, en 1920. Tras la finalización de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, en 1923, incrementó su implicación en causas políticas, siendo principalmente defensor del liberalismo. Compaginó estos nuevos intereses con su puesto como académico de la Real Academia de Medicina, que obtuvo tan solo un año antes del fin de la dictadura primorriverista. En total, a lo largo de su vida, fue miembro de cinco de las ocho academias españolas.
Pero, sobre todo, destaca su labor como profesional sanitario. Trabajó como médico personal de la Casa Real y como doctor de beneficencia durante casi cuarenta años en el Hospital Provincial de Madrid; hoy llamado Hospital General Universitario Gregorio Marañón en su honor.