AB-Biotics
AB-Biotics, la biotecnológica catalana que lleva el microbioma al mundo
Fundación, esencia científica y primeros pasos
AB-Biotics nació en 2004 como spin-off de la Universidad Autónoma de Barcelona, gracias al trabajo del profesor Buenaventura Guamis junto con dos jóvenes emprendedores, Sergi Audivert y Miquel Ángel Bonachera. Desde sus orígenes la compañía se planteó como un agente de innovación en el área de la biotecnología aplicada a la salud. Por ende, su misión fue desarrollar soluciones basadas en cepas probióticas propias, tests genéticos y otros productos funcionales que mejoren la calidad de vida de las personas. La empresa comenzó con recursos modestos, pero con una clara orientación internacional, visión de licencias, protección de patentes y alianzas que permitieran escalar sus descubrimientos más allá de los laboratorios académicos.
Tras algunos años de desarrollo, AB-Biotics cotizó en el Mercado Alternativo Bursátil en 2010, lo que le permitió acceder a financiación para crecer, registrar productos en distintos países y reforzar su cartera de desarrollo. En 2018 cerró con resultados que evidenciaban un cambio de fase, es decir, obtuvo beneficios gracias al aumento del volumen de negocio, al lanzamiento de nuevos productos y al fortalecimiento de sus operaciones comerciales internacionales. Esa evolución se apoyó en un claro plan estratégico mediante el registro de licencias, la expansión en mercados emergentes, el refuerzo de su presencia en países de Asia-Pacífico y Latinoamérica y el destinar una parte significativa de sus ingresos a investigación y desarrollo.
Accionariado, integración y control de producción
Una de las decisiones clave para AB-Biotics fue la entrada del grupo japonés Kaneka como accionista mayoritario. Kaneka adquirió una participación relevante en 2018, lo que permitió a la biotecnológica disponer de un socio con experiencia global, mayor capacidad de fabricación, redes de distribución y respaldo financiero. Con el tiempo, Kaneka fue ampliando su control accionarial hasta lograr más del 80% del capital, situación que ha permitido a AB-Biotics realizar movimientos estratégicos como la adquisición de una planta de producción propia en Lliçà de Vall, anteriormente Alifarm, para centralizar allí parte de su fabricación y aumentar su autonomía industrial frente a depender de plantas externas.
El núcleo de la actividad de AB-Biotics gira en torno a los probióticos científicos. Posee más de una decena de formulaciones propias, respaldadas por estudios clínicos. Uno de sus productos más recientes y destacados es Shape100, desarrollado en colaboración con el Hospital de Sant Pau de Barcelona, diseñado para mejorar los perfiles lipídicos (colesterol) y favorecer el control de peso. Esa fórmula forma parte de su apuesta por productos con beneficio comprobado y eficacia demostrada. Otros desarrollos inciden en salud oral, prevención de caries, bienestar intestinal, y salud femenina, entre otras áreas. AB-Biotics también trabaja con tests de farmacogenética, como distintas líneas de medicina de precisión que buscan adaptar tratamientos farmacológicos según el perfil genético de cada persona, reduciendo efectos secundarios y mejorando eficacia, especialmente en neurofarmacia.
Internacionalización y extensión global del portafolio
AB-Biotics ha ido extendiendo su negocio a decenas de países. Sus productos probióticos ya se comercializan en más de setenta mercados. Parte de ese crecimiento se explica por contratos de licencia con socios locales, exportaciones, acuerdos con empresas de suplementos y salud funcional y colaboraciones estratégicas internacionales. La compañía no solo vende el producto terminado en algunos casos, sino que también ofrece ingredientes activos y formulaciones para terceros. Su entrada hace poco al mercado chino junto con la empresa Wonderlab, para lanzar Shape100 allí, marca un paso relevante hacia mercados de gran escala y con requisitos regulatorios exigentes.
En 2023 la empresa alcanzó una facturación de aproximadamente 33 millones de euros, casi el doble que, en ejercicios anteriores, gracias al exitoso crecimiento internacional, al aumento de licencias, al fortalecimiento de la planta de producción y al foco en innovación. Estos resultados son el reflejo de muchos años de inversión, de consolidar patentes, de construir marca, de profesionalizar estructuras y de decidir contar con instalaciones propias de fabricación.
Sin embargo, AB-Biotics también ha debido sortear desafíos comunes del sector biotecnológico: tarifas reguladoras, exigencia en los registros sanitarios en cada país, la necesidad de demostrar evidencia clínica sólida, competencia creciente, mantener la calidad de producción, trazabilidad de cepas, control de costes y adaptación de productos a normativas diversas.
Visión de futuro y propósito
El rumbo que parece marcado para AB-Biotics los próximos años es continuar reforzando su línea de probióticos con respaldo clínico, ampliar su catálogo de productos funcionales, seguir desarrollando pruebas genéticas de medicina de precisión, y consolidar su planta productiva como centro de fabricación autónomo. También aspiran a ampliar aún más su presencia en Asia, América Latina y otros mercados emergentes, siempre manteniendo estándares éticos y de calidad. El compromiso con la ciencia se traduce en destinar una proporción significativa de sus ingresos a I+D, lo que les permite mantener su ventaja competitiva. En paralelo, la integración con Kaneka les brinda respaldo industrial y estratégico para abordar los grandes retos globales de salud preventiva, del microbioma, del bienestar funcional y de la personalización terapéutica.
AB-Biotics es un claro ejemplo de empresa biotecnológica surgida del ecosistema académico que supo crecer, profesionalizarse y combinar innovación, evidencia clínica y negocio. Con raíces catalanas, pero mirada global, logró pasar de ser un proyecto emprendedor para ocupar un lugar destacado en el espacio de los probióticos, de la salud funcional y de la medicina de precisión. Sus éxitos financieros recientes, sus productos con respaldo científico, la expansión internacional y el control creciente de su producción le otorgan una posición fuerte para seguir siendo protagonista en los próximos años de un sector con cada vez más importancia estratégica, tanto en prevención como en tratamiento funcional.

