Acofarma, tradición cooperativa
Acofarma, una cooperativa centrada en la innovación farmacéutica
Desde sus inicios en 1947, Acofarma ha sido una pieza clave en el sector sanitario español. Nació del impulso de un grupo de farmacéuticos que, en plena posguerra, entendieron que solo a través de la cooperación podrían garantizar un acceso justo y eficaz a los medicamentos y productos sanitarios en todo el territorio. Por ello, en lugar de competir, decidieron unir fuerzas para defender el modelo de farmacia comunitaria como servicio esencial, especialmente en zonas rurales o con menor porcentaje de población. Así, ese espíritu solidario y estratégico ha acompañado a la empresa a lo largo de sus más de 75 años de historia, y sigue marcando su forma de actuar hoy.
Acofarma es, en esencia, una cooperativa de segundo grado, lo que significa que está formada por otras cooperativas farmacéuticas. Su razón de ser siempre ha estado ligada a facilitar la actividad de las más de 22.000 oficinas de farmacia que forman parte de la cooperativa. Por ende, no solo proporciona productos y soluciones, sino que también actúa como apoyo estratégico para que estas farmacias puedan ser competitivas frente a las grandes cadenas, sin perder su independencia ni su cercanía al paciente.
Líneas de actividad
Con el paso del tiempo, la empresa fue ampliando sus líneas de actividad. Si en sus primeros años se centraba en la distribución de materias primas y productos básicos, hoy cuenta con un recorrido muy diverso que va desde productos varios hasta líneas completas de cuidado personal, salud, dermocosmética y bienestar. En este sentido, una de sus apuestas más fuertes ha sido precisamente la formulación: ofrece a las farmacias todo lo necesario para elaborar medicamentos individualizados, incluyendo principios activos, excipientes, material técnico, envases y herramientas de control de calidad. Esta línea no solo mantiene viva una tradición farmacéutica esencial, sino que permite a los profesionales adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente.
Transformación de Acofarma
En los últimos años, Acofarma ha protagonizado una profunda transformación de su identidad corporativa. En lugar de limitarse a actuar como marca blanca de farmacia, ha apostado por desarrollar una imagen de marca clara, cercana y con proyección hacia el consumidor final. Fruto de este trabajo, nacieron Nesira, Esylma y Vivera, tres submarcas que completan la propuesta de valor de Acofar y le dan un nuevo impulso comercial. Esta renovación no fue solo estética: supuso una reorganización interna, una redefinición de públicos y una apuesta por la diferenciación dentro del lineal farmacéutico. Con estos cambios, Acofarma ha conseguido no solo mantener su cuota de mercado, sino incrementarla en un entorno altamente competitivo.
Los resultados avalan esta estrategia. Solo en el último año, la cooperativa experimentó un crecimiento del 27,2 % en unidades distribuidas, superando los 22 millones de productos entregados en farmacias de toda España. Casi el 99 % de las oficinas farmacéuticas trabajaron con alguno de sus productos. A nivel de formulación, su catálogo ya supera las 1.700 referencias, convirtiéndola en uno de los principales referentes en este ámbito a nivel europeo. Y, por supuesto, a ello se suma el reciente lanzamiento de una nueva unidad dedicada a cosmética farmacéutica y médico-estética, que refuerza la voluntad de la compañía por seguir creciendo en terrenos donde la calidad y la especialización son fundamentales.
Estrategia de servicios de Acofarma
No obstante, el compromiso con la farmacia va más allá de los productos. Acofarma ha desarrollado en paralelo una estrategia de servicios integrados que incluye formación continua para farmacéuticos, soporte técnico, asesoría comercial, recursos de marketing y modelos de gestión compartidos con las principales cooperativas del país. Así mismo, la empresa ha sido una de las voces más activas en la defensa del modelo de farmacia español, participando en foros estratégicos y promoviendo iniciativas que ponen en valor la labor diaria del farmacéutico como primer eslabón del sistema sanitario.
Lo social y ético también forma parte de los valores de Acofarma. Al no tener accionistas privados y estar gestionada por y para farmacéuticos, sus decisiones no se basan en lo comercial, sino en el equilibrio entre rentabilidad y servicio público. Por tanto, esta forma de operar le ha permitido garantizar el abastecimiento incluso en contextos complicados, como se demostró durante los momentos más duros de la pandemia. De hecho, su estructura descentralizada, su cercanía con el canal y su agilidad de respuesta la han convertido en un referente de fiabilidad dentro del sector.
Innovación en el futuro
De cara al futuro, Acofarma sigue apostando por la digitalización, la innovación aplicada y la mejora continua de sus procesos. Las herramientas tecnológicas se están integrando de forma progresiva las farmacias, ya sea a través de plataformas de formación, soluciones logísticas más eficientes o sistemas de control y trazabilidad en la formulación. También, está explorando nuevos territorios relacionados con la salud personalizada, el bienestar emocional y los hábitos de vida saludable, que cada vez tienen mayor protagonismo en el entorno farmacéutico.
En un contexto en el que muchas empresas priorizan la escala y el beneficio inmediato, Acofarma sigue demostrando que es posible crecer desde el compromiso, la confianza y la colaboración. Su historia, construida sobre valores compartidos y una visión a largo plazo, es un ejemplo de cómo la farmacia puede seguir siendo un pilar del sistema de salud sin renunciar a su independencia ni a su vocación de servicio. Y es que, en un mundo que cambia cada día, la salud de las personas sigue siendo el mejor motivo para innovar.