Cofares, la empresa que reparte salud desde hace más de 80 años
En el complejo sistema sanitario español, hay un actor silencioso, pero decisivo, que garantiza que cada medicamento llegue a tiempo a las farmacias, es decir, hablamos de Cofares
Historia y evolución
Fundada en 1944 en Madrid por un gran grupo de farmacéuticos que apostaron por la fuerza del modelo cooperativo, Cofares nació como respuesta al dominio de grandes distribuidores que imponían condiciones poco favorables. Estos pioneros, con pocos recursos y una vieja furgoneta empezaron repartiendo productos farmacéuticos en cubetas de mimbre. Lo que no sabían es que estaban poniendo en marcha lo que acabaría siendo la mayor cooperativa de distribución farmacéutica en España.
Así, durante sus primeras décadas, Cofares fue consolidando su posición en el centro de la península, construyendo su primer almacén en 1955 y sumando cada vez más socios. En este sentido, para 1972 ya ofrecía servicios como la entrega nocturna, una novedad en el sector que recalcaba su apuesta constante por la innovación logística. Más tarde, concretamente en los años 80, la cooperativa dio un salto cualitativo y se reestructuró como grupo empresarial, absorbiendo otras cooperativas e implantándose en más territorios. En ese contexto nació Aposán, su primera marca propia, y la organización comenzó a tejer una red nacional sólida que le permitiría convertirse, ya en 1989, en líder del sector a nivel nacional.
Fundación Cofares
Tras esto, en los 2000, se creó la Fundación Cofares, dedicada a iniciativas sociales, sanitarias y de cooperación internacional, siendo su objetivo principal el de promover la salud y el bienestar, especialmente entre los colectivos más vulnerables. Para ello, Cofares trabaja en proyectos solidarios de ayuda sanitaria, tanto a nivel nacional como internacional, incluyendo el envío de medicamentos a zonas en conflicto, campañas de sensibilización, apoyo a farmacéuticos en situaciones de emergencia (por ejemplo, catástrofes naturales o conflictos bélicos) y colaboración con ONGs.
También impulsa proyectos de educación y prevención, como los relacionados con obesidad infantil, diabetes y salud metabólica (por ejemplo, el programa Travitoool), y fomenta la participación del voluntariado farmacéutico.
Por otro lado, en esta misma década se impulsaba el Instituto de Formación Cofares para la capacitación profesional. Esta etapa trajo también la digitalización progresiva de procesos y el despliegue de herramientas propias para la farmacia comunitaria. En este sentido, su internacionalización se materializó en proyectos como OMFE, que le permitió operar en más de treinta países, abriéndose al exterior sin perder el interés en el enfoque local.
Cofares en pandemia
La pandemia de COVID‑19 supuso una prueba de fuego para toda la cadena sanitaria. En ese contexto, Cofares jugó un papel crucial al multiplicar su capacidad logística y garantizar el suministro de productos farmacéuticos en todo el territorio. Pasó de repartir 30.000 mascarillas anuales a distribuir 2,5 millones al día, sin registrar desabastecimientos relevantes, lo que evidenció la solidez de su infraestructura y su preparación para escenarios de crisis.
Hoy, Cofares sigue funcionando como una cooperativa de capital 100 % farmacéutico, lo que refuerza su carácter independiente y su misión de servicio público. Agrupa a más de 12.150 farmacias socias, más de la mitad del total en España, y lidera el mercado con una cuota cercana al 30 %. En este sentido, su red logística es extensa y precisa: cuenta con 47 almacenes y realiza más de 2.200 rutas diarias, distribuyendo alrededor de 450 millones de unidades al año. Una de sus herramientas clave es su “Torre de Control”, un sistema inteligente que procesa más de 5.800 terabytes de datos mensuales para monitorizar en tiempo real cada paso de la cadena de suministro.
Cartera de servicios
Más allá de la mera distribución, Cofares ofrece una gran cartera de servicios orientados a fortalecer la farmacia comunitaria. Desde soluciones para la gestión, hasta asesoramiento financiero, gestión de caducados, logística hospitalaria o consultoría internacional, su catálogo es amplio y se adapta a las necesidades cambiantes del sector. A esto se suma el desarrollo de marcas propias, como Farline y Aposán, con un gran peso en el mercado farmacéutico.
Por otro lado, uno de los ejes principales de la identidad de Cofares es su compromiso social. Mencionada anteriormente, La Fundación Cofares ha sido un instrumento activo en la lucha contra la desigualdad sanitaria, tanto en España como en otros países. Este compromiso también se refleja en su política de sostenibilidad, su apuesta por la diversidad e inclusión, y su inversión constante en formación y talento.
Lejos de estancarse en su éxito, la cooperativa se enfrenta ahora a grandes retos. Entre ellos, la digitalización integral del modelo farmacéutico, la consolidación de una plataforma online que permita a las farmacias competir con las grandes superficies y la reivindicación del papel del farmacéutico como agente clave en la prevención y seguimiento de la salud comunitaria. Para Cofares, el futuro debe basarse en reforzar su red, hacerla aún más eficiente, y seguir ampliando su función más allá del medicamento, hacia la prestación de servicios sanitarios.
Con más de 80 años de historia, Cofares no solo distribuye medicamentos, construye salud, acompaña al farmacéutico y protege un modelo de atención sanitaria que sigue siendo uno de los más valorados en Europa.
Por ello, en un tiempo marcado por la automatización, la cooperativa reivindica una forma distinta de hacer empresa, basándose en valores como la colectividad, responsabilidad, innovación y el carácter humano.