La piel atópica es una de las patologías más común en los niños, y puede llegar a ser muy difícil de tratar

La dermatitis atópica o piel atópica es una afección muy visible en la piel ya que aparecen pequeñas placas rojas y secas en zonas como rostro o extremidades. Además, está caracterizada con una dermis muy seca y rugosa, donde pueden aparecer escamas y picores. Se trata de un tipo de piel muy sensible y la cual requiere unos cuidados intensos.

Es común en los niños pequeños, pero puede manifestarse a cualquier edad. La dermatitis atópica es duradera y suele empeorar periódicamente. Puede provocar irritación, pero no es contagiosa.

La piel atópica puede llegar a ser muy difícil de tratar. Su origen puede ser genético, alérgeno, medioambiental o alimenticio, e incluso puede darse por algunos tejidos o cosméticos, por eso los pediatras recomiendan evitar los agentes que sean propensos a irritar la piel.

A continuación os dejamos cinco consejos para evitar la irritación en la piel atópica:

1. Ropa. Toda la ropa que sea 100% algodón es la opción más adecuada para vestir a los niños. El algodón permite que la piel pueda respirar ya que es un material totalmente transpirable. Así, la piel no se calienta y el niño no suda. También es aconsejable evitar los tejidos sintéticos como la lana por ejemplo.
2. Baño. Que los baños no excedan los cinco minutos de tiempo y que el agua no sea muy caliente.
3. Secado. Tras el baño, lo mejor es secar al niño con una toalla suave y con toquecitos, no frotar la piel de manera agresiva.
4. Hidratación. Es muy importante hidratar varias veces al día la piel con cremas especiales para piel atópica, ya que esta hace que la piel se deshidrate más rápido.
5. Perfumes. Estos pueden ser muy irritantes para la piel, así que lo mejor es evitarlos. Hay productos que reemplazan a los perfumes y son naturales, incluso son aptos para este tipo de pieles.