Una investigación española demuestra que realizar la diálisis domiciliaria impacta favorablemente en el estado emocional de los pacientes renales y reduce los niveles de ansiedad y depresión
La frecuencia de depresión fue más baja en los pacientes en diálisis domiciliaria y presentaba valores mayores en los pacientes en hemodiálisis en centro hospitalario que en los grupos de trasplante y diálisis domiciliaria analizados
Los pacientes con Enfermedad Renal Crónica que realizan Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) a través de técnicas de diálisis domiciliaria presentan una menor afectación emocional y menos niveles de ansiedad y depresión que los pacientes que realizan hemodiálisis en los hospitales o que han sido trasplantados de riñón.
Menor impacto emocional en pacientes con técnicas de diálisis domiciliaria
Así lo ha determinado un estudio realizado por nefrólogos e investigadores del Servicio de Nefrología del Hospital Lucus Augusti de Lugo y una psicóloga general sanitaria de la Universidad de Santiago, cuyos resultados encontraron diferencias significativas en la frecuencia y en los niveles de depresión y ansiedad de los pacientes renales según las diferentes modalidades de TRS. En la actualidad el Tratamiento Renal Sustitutivo de un paciente (el que se realiza para reemplazar la función de los riñones para que una persona pueda seguir viviendo) puede llevarse a cabo bien a través de trasplante, hemodiálisis en centro hospitalario, o de diálisis domiciliaria, este última a través de las técnicas de diálisis peritoneal o de hemodiálisis domiciliaria.
Según numerosos estudios, la depresión y la ansiedad se asocian con frecuencia a la Enfermedad Renal Crónica (ERC) condicionando tanto la calidad de vida de los pacientes como la eficacia del Tratamiento Renal Sustitutivo. Sin embargo, hasta la fecha hay pocos estudios que comparen la frecuencia de estos trastornos emocionales en las técnicas domiciliarias -diálisis peritoneal y hemodiálisis domiciliaria-, con otras modalidades de TRS. Por ello los investigadores compararon la prevalencia de la sintomatología depresiva y ansiosa en pacientes en diálisis domiciliaria con pacientes en hemodiálisis hospitalaria o con trasplante renal.
Frecuencia de ansiedad y depresión según modalidad de TRS
La investigación se presentó en el 54º Congreso de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) y el IX Congreso Iberoamericano de Nefrología e Hipertensión, que reunió en noviembre en Valencia a unos 1.000 médicos nefrólogos, investigadores y expertos de todo el país, Latinoamérica y Portuga
En el estudio se utilizaron diferentes análisis para registrar la ansiedad y depresión en los pacientes, en concreto una entrevista con la psicóloga y dos escalas. En la entrevista con la psicóloga la frecuencia de depresión fue más baja en los pacientes en diálisis domiciliaria (un 16%) y presentaba valores mayores en los pacientes en hemodiálisis en centro hospitalario y en trasplante (18% y 19%). Por otro lado, a la escala de evaluación de depresión, los pacientes en hemodiálisis hospitalaria tenían una mayor puntuación que los de diálisis domiciliaria y trasplante renal, mientras que en la escala de evaluación de ansiedad los pacientes eh hemodiálisis y trasplante tenían mayor puntuación que los de diálisis domiciliaria.
Asimismo, en el análisis multivariante realizado, la diálisis en domicilio se asoció a menor sintomatología depresiva frente a la hemodiálisis hospitalaria y a menor sintomatología ansiosa comparada con la hemodiálisis hospitalaria o con el trasplante renal. Además, no se encontraron diferencias significativas en ansiedad y depresión entre las dos técnicas domiciliarias analizadas (hemodiálisis domiciliaria o diálisis peritoneal).
Conclusiones: menor afectación emocional y necesidad de más estudios
Los autores de la investigación concluyeron que los pacientes en técnicas domiciliarias (hemodiálisis domiciliaria o diálisis peritoneal) presentan menor afectación emocional al compararlos con aquellos en hemodiálisis hospitalaria, además de menores niveles de ansiedad que la población trasplantada, aun cuando esta última tiene menor comorbilidad. La investigación también señala que son necesarios más estudios centrados en determinar el impacto de la diálisis domiciliaria tanto en los aspectos emocionales de los pacientes renales como en la calidad de vida, así como su influencia en los criterios de toma de decisiones compartidas a la hora de elegir la modalidad de TRS.
En el estudio se analizaron un total de 181 pacientes que estuvieron al menos tres meses en Tratamiento Renal Sustitutivo, a los que se midieron y controlaron diversas variables clínicas como diabetes, hemoglobina, albúmina o tiempo en el TRS, además de otras variables sociodemográficas como la edad, sexo, estado civil, nivel de estudios y nivel socioeconómico.
Los resultados de esta investigación entroncan con la apuesta que desde la S.E.N. se viene fomentando para que se lleve a cabo un mayor impulso de las técnicas de diálisis domiciliaria en España. En la actualidad, estas técnicas de TRS continúan consolidándose como tratamiento inicial para las personas que tienen Enfermedad Renal Crónica, hasta situarse en un 17% de los pacientes que inician TRS. Una cifra que, no obstante, no es suficiente para los nefrólogos y especialistas sanitarios, dados los importantes beneficios que conllevan en cuanto a mejora de la calidad de vida de los pacientes y en diversos aspectos clínicos.
Ventajas adicionales de la diálisis domiciliaria
Estas técnicas domiciliarias ofrecen mayor flexibilidad y personalización en comparación con otras terapias tradicionales como la hemodiálisis en hospital, lo que mejora la autonomía y la calidad de vida de las personas que requieren diálisis. A ello hay que sumar otras cuestiones como la reducción de los desplazamientos al hospital o centros de diálisis, reduciendo el estrés y fatiga, y la carga física y emocional de los pacientes.
Para el presidente de la S.E.N., el Dr. Emilio Sánchez, “las autoridades sanitarias deberían apostar más firmemente por estas técnicas que facilitan el Tratamiento Renal Sustitutivo en un entorno cercano y familiar, con beneficios muy notables para los pacientes, y también para el sistema sanitario, ya que también es más sostenible e incluso tiene un menor impacto ambiental en comparación con la hemodiálisis en hospital”.