12 de mayo
El 12 de mayo de 1820 nació quizá la enfermera más famosa del mundo, Florence Nightingale. Por ello además, el 12 de mayo se celebra este día el Día Internacional de las Enfermeras.
Aunque su familia estaba en contra, Florence quiso dedicarse a la enfermería. En aquella época, las enfermeras o cuidadoras, estaban asociadas a mujeres de clase trabajadora, nada que ver Florence, quien era una joven culta destinada a casarse.
Fue una mujer viajera, y en sus viajes, se convirtió en una experta autodidacta visitando los centros sanitarios de aquellos países a los que iba. Escribió un diario de sus viajes, en los que mostraba su proceso de aprendizaje, las habilidades literarias y su forma de afrontar la vida.
Su primer trabajo oficial fue el de superintendente en el Instituto para el Cuidado de Señoras Enfermas en Londres, donde realizó mejoras como la instalación de agua caliente en las habitaciones o la puesta en marcha de un ascensor.
Durante la Guerra de Crimea, el secretario de Guerra en Gran Bretaña pidió la ayuda de Florence como enfermera. En 1854, Florence y un equipo de treinta y ocho enfermeras voluntarias, la mayoría de ellas inexpertas, y enseñadas personalmente por Florence, partieron hacia el frente. Al llegar, el escenario que se encontraron era desolador, soldados heridos que recibían tratamientos inadecuados, suministros médicos que escaseaban, una higiene lamentable, etc.
Durante el primer verano de Florence en Scutari, algo más de 4000 soldados perdieron la vida. Fallecieron diez veces más soldados por enfermedades como tifus, fiebre tifoidea, cólera y disentería que por heridas en el campo de batalla. Meses después, el gobierno británico destinó una comisión sanitaria a Scutari. Florence ordenó la limpieza de los vertederos contaminantes y mejoró la ventilación del hospital. Y gracias a esas medidas, el índice de mortalidad bajó rápidamente.
Al finalizar la guerra, Florence Nightingale, recibida como una auténtica heroína en su país, comenzó a ser conocida como «La dama de la lámpara».
En 1860, Florence inauguró una Escuela de Adiestramiento de Enfermeras en el hospital St. Thomas y comenzó a trabajar y escribir sobre diferentes reformas sanitarias.
