13 de enero
Un día como hoy, el 13 de enero de 1985, un equipo de médicos franceses logró cambiar la sangre de un feto mediante una transfusión intrauterina, este hito marcó un avance significativo en la medicina fetal y en los tratamientos para trastornos hematológicos antes del nacimiento.
Esto se desarrolló para tratar algunas dolencias graves como la anemia fetal severa o la eritroblastosis fetal, esto ocurre con mayor frecuencia por la incompatibilidad Rh entre la madre y el feto. El sistema inmunitario de una madre Rh negativa desarrolla anticuerpos contra los glóbulos rojos de un feto Rh positivo, destruyéndolos y causando una anemia severa, ictericia e incluso la muerte del feto.
El equipo de médicos franceses introdujo un enfoque innovador que consistía en realizar una transfusión directa al feto mientras aún estaba en el útero. Lo consiguieron mediante el uso de ultrasonido para guiar una aguja hacia el cordón umbilical, donde se podía transfundir sangre compatible directamente al sistema circulatorio del feto. Este procedimiento no solo reemplazaba la sangre afectada del feto con sangre sana, sino que también permitía estabilizar al feto hasta que pudiera llegar a término y nacer con menos complicaciones.
Gracias a este hecho, las transfusiones intrauterinas se siguen utilizando para tratar afecciones fetales y son una práctica consolidada en medicina fetal avanzada.