27 de junio
Hoy, 27 de junio, se conmemora el Día de la Concienciación sobre el Trastorno de Estrés Postraumático. El TEPT es una enfermedad de salud mental que aparece al desencadenarse una situación aterradora, ya sea experimentada o presenciada. Muchas personas que pasan por algunas situaciones traumáticas tienen dificultad para adaptarse y afrontarlas, se necesita tiempo y autocuidado para poder mejorar. Sin embargo, si los síntomas empeoran y duran meses, e incluso años, es posible que se diagnostique TEPT.
Los síntomas del TEPT pueden aparecer en el mismo mes en que ocurre un suceso traumático, pero también puede darse años más tarde. Estos síntomas crean graves problemas en situaciones sociales, laborales, cotidianas y relaciones personales. Por lo general, los síntomas del TEPT se agrupan en cuatro tipos: recuerdos intrusivos, evasión, cambios negativos en el pensamiento y estado de ánimo, y cambios en las reacciones emocionales y físicas.
- Recuerdos intrusivos: recuerdos recurrentes e involuntarios del hecho, sueños perturbadores o pesadillas, revivir el hecho traumático, sufrimiento emocional.
- Evasión: evitar lugares, personas y hechos que recuerden el hecho traumático, evitar hablar o pensar sobre el hecho.
- Cambios negativos de pensamiento y estado de ánimo: problemas de memoria, pensamientos negativos sobre la persona, desesperanza acerca del futuro, falta de interés en actividades que se realizaban previamente y distanciamiento de familiares y amigos.
- Cambios en reacciones emocionales y físicas: asustarse fácilmente, estar siempre alerta, problemas para dormir, dificultad de concentración, conducta agresiva, sentimientos de vergüenza y conducta autodestructiva.
Hoy en día, el TEPT es tratable, pero no existe una cura única. Los tratamientos suelen ser terapia individualizada, terapia de grupo, intervenciones psicológicas y medicación, pero hay que destacar que cada persona responde de una manera diferente a los tratamientos, por lo que es muy importante tener un enfoque personalizado.