28 de enero
El 28 de enero de 1935, Islandia introdujo por primera vez en su legislación la legalización de la interrupción del embarazo o el aborto.
Esta ley estableció que las mujeres podrían abortar hasta la semana 28 de gestación, aunque años más tarde, la legislación se modificó y actualmente se permite interrumpir el embarazo hasta la semana 22, dejando la decisión única y exclusivamente en la embarazada.
Para sacar hacia adelante esta ley, los legisladores consideraron que la existencia de un posible peligro para el feto o la madre, una situación de economía difícil, la mala salud o las dificultades domésticas eran razones que valían para justificar un aborto.