3 de marzo
El 3 de marzo de 1910, se conocieron los primeros éxitos de salvarsán (arsfenamina), un tratamiento para la sífilis. La arsfenamina fue uno de los primeros fármacos que curó esta enfermedad infecciosa. También se utilizó para el tratamiento de la tripanosomiasis humana africana.
Este medicamento se comercializó bajo la marca de «Salvarsán», también conocido como la bala mágica de su inventor, el bacteriólogo Paul Ehrlich. Este creía que era posible obtener un compuesto químico que pudiera curar la sífilis, sin dañar al paciente. Ehrlich sintetizó una gran cantidad de compuestos orgánicos del arsénico, inyectó estos compuestos en ratones infectados con la enfermedad. Algunos de los más de 600 compuestos que probó, mostraron indicios prometedores, pero murieron demasiados ratones.
En 1910, Ehrlich fabricó y probó el compuesto número 606, la arsfenamina, esta restablecía plenamente a los ratones infectados. El compuesto resultó ser eficaz para la enfermedad, curando al paciente y sin toxicidad.
En la actualidad ya no se utiliza salvarsán para tratar la sífilis, puesto que se reemplazó en la década de los 40 por un producto más efectivo, la penicilina.
