5 de septiembre
Tal día como hoy, el 5 de septiembre de 1987, el neurocirujano estadounidense Ben Carson realizó la primera separación de siameses craneópagos unidos por la parte posterior de la cabeza. Patrick y Benjamin Binder tenían apenas siete meses de vida cuando el equipo de Carson realizó la intervención en el Hospital Johns Hopkins de Estados Unidos.
El peso de los dos bebés era de poco menos de cuatro kilos, pero sus cuerpos eran saludables. Por ello, los médicos vieron que tenían bastantes posibilidades de sobrevivir si se les operaba pero que, unidos como estaban por la cabeza, nunca podrían sentarse, gatear o darse la vuelta, por no hablar de que pudieran caminar.
Se trataba de un terreno poco explorado, por lo que tenía bastantes dificultades. El nacimiento de siameses gemelos se debe a una anomalía del desarrollo embrionario y una complicación de los embarazos de mellizos monocigóticos, es decir, desarrollados a partir de un mismo óvulo. La malformación que afecta a los mellizos puede provocar además en algunos casos una fusión parcial de lo que en un principio debían ser dos embriones distintos.
La lista de cirujanos capaces de intentar con éxito una operación tan excepcional tenía menos de cinco nombres en todo el planeta y entre ellos aparecía en primer lugar el del doctor Ben Carson, del Hospital Johns Hopkins de Baltimore. Este, lo primero que hizo al aceptar el reto de operar a los bebés, fue formar a un equipo de unas 70 personas: siete anestesiólogos pediátricos, cinco neurocirujanos, dos cirujanos cardiacos, cinco cirujanos plásticos y enfermeros y técnicos que además de estudiar la anatomía de los gemelos, practicaron la operación que debían enfrentar utilizando muñecas unidas por la cabeza.
Tras 22 horas de operación, las cabezas de Patrick y Benjamin Binder quedaron separadas, pero la intervención, más allá de lograr ese objetivo, distó de ser exitosa. Los dos bebés habían sobrevivido, pero nunca alcanzarían a tener una vida normal. La falta de oxígeno a la que los sometieron durante la intervención quirúrgica los dejó discapacitados. Benjamin despertó, pero Patrick quedó en un estado vegetativo del que ya no salió.
