El Hospital público Ramón y Cajal realizará este miércoles pruebas de glaucoma coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la patología
Se hará una revisión en la entrada del salón de actos a mayores de 45 años que no estén diagnosticados de esta enfermedad
El Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, centro público de la Comunidad de Madrid, va a celebrar este miércoles 12 de marzo una jornada de concienciación sobre el Glaucoma coincidiendo con el Día Mundial dedicado a esta patología. En concreto, esta iniciativa consiste en realizar en la entrada del salón de actos del centro una serie de pruebas para la detección del glaucoma. Así, se hará una revisión, entre las 09.00 y las 14.00 horas, a mayores de 45 años que no estén diagnosticados de glaucoma. Se les realizará una medición de la tensión ocular, así como una foto de fondo de ojo y se les dirá si tienen sospecha o no de glaucoma.
Además, el servicio también ha hecho estos días una campaña de difusión en redes sociales sobre esta enfermedad ocular. El glaucoma daña el nervio óptico, generalmente debido a un aumento de la presión intraocular, y, si no se trata, puede causar ceguera irreversible.
El glaucoma en cifras
Esta enfermedad es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo y tiene una prevalencia mundial del 3,5% entre los 40 y los 80 años, por lo que se calcula que en 2040 111,8 millones de personas padecerán esta enfermedad. Respecto a España, en 2021 había 1,34 millones de personas afectadas por glaucoma.
Entre los factores de riesgo de padecer esta enfermedad está el ser mayor de 40 años, tener antecedentes familiares de glaucoma, hipertensión ocular (presión alta en el ojo), miopía o hipermetropía altas, diabetes o hipertensión arterial y un uso prolongado de corticoides.
Se puede detectar de varias formas: midiendo la presión ocular, revisando el nervio óptico o el campo visual (prueba para detectar pérdida de visión) y realizando una tomografía del nervio óptico (OCT). Aunque no tiene cura, puede controlarse para evitar la progresión. Hasta el momento el único tratamiento que ha demostrado ser efectivo para la preservación de la función visual es la disminución de la presión intraocular. Para disminuir la presión intraocular hay que utilizar gotas para reducir la presión, aplicar la tecnología láser o la cirugía en casos avanzados.