Las patologías autoinmunes son enfermedades que aparecen cuando el organismo desarrolla una respuesta inmune inadecuada contra sus propios órganos o tejidos

El sistema inmunitario es la línea de defensa de nuestro cuerpo contra bacterias, parásitos y células cancerosas. A veces, y por causas aún desconocidas, este sistema deja de reconocer como propios a uno o varios tejidos o componentes del organismo y crea autoanticuerpos que atacan a las propias células, tejidos y/o órganos. Todo este proceso puede generar inflamación y lesiones en diferentes localizaciones del organismo, dando lugar a diferentes enfermedades autoinmunes. El abordaje clínico de estas patologías autoinmunes exige un trabajo multidisciplinar, en el que el especialista del Laboratorio Clínico juega un papel fundamental como órgano consultor y eje estructural en el diagnóstico y seguimiento de las patologías autoinmunes.

Fomentar la colaboración entre los profesionales

En este contexto, la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEMEDLAB) ha organizado la I Jornada de formación interhospitalaria del Laboratorio Clínico: No es autoinmune todo lo que reluce, ¿o sí?; que se ha celebrado hoy en el Hospital Universitario de Getafe. A través de un formato docente e interhospitalario, el evento tiene como objetivo fomentar el aprendizaje colaborativo entre profesionales jóvenes de distintas especialidades, poniendo en valor el conocimiento compartido y la interpretación clínica de las pruebas de laboratorio.

De acuerdo con el codirector de la jornada y facultativo especialista en Bioquímica Clínica del Hospital Universitario de Getafe, el Dr. Ramiro Antonio Torrado Carrión, los expertos participantes han destacado la importancia de integrar los hallazgos del laboratorio con la sospecha clínica, en un marco de medicina personalizada. Asimismo, como ha informado el facultativo, se ha incidido en la necesidad de un enfoque multidisciplinar coordinado, donde el laboratorio actúe como interlocutor esencial; además de remarcar el valor creciente de los biomarcadores y de las técnicas inmunológicas en el diagnóstico precoz y la estratificación pronóstica, junto con el compromiso de la Medicina de Laboratorio con la formación continuada, la innovación y la mejora de la calidad asistencial.

Medicina de Laboratorio, clave en el abordaje integral de la patología autoinmune

El profesional del Laboratorio Clínico desempeña un rol estratégico en el abordaje integral del paciente con enfermedades autoinmunes. Así lo ha manifestado la codirectora de la jornada y jefa de servicio de Análisis Clínicos del Hospital Universitario de Getafe, la Dra. Carmen Blanco Barros, quien ha evidenciado que su intervención no se limita a la realización de pruebas analíticas, sino que se constituye como una figura clave en la integración e interpretación de datos bioquímicos, inmunológicos y clínicos del paciente. «Esta capacidad consultiva del Laboratorio Clínico permite orientar de forma eficaz tanto el diagnóstico como el seguimiento y pronóstico de estas patologías, que a menudo presentan una elevada heterogeneidad clínica», ha explicado.

En las enfermedades autoinmunes, tal y como ha asegurado la especialista, el laboratorio facilita la detección precoz mediante la identificación de autoanticuerpos específicos y biomarcadores inflamatorios. Por otra parte, la Dra. Blanco ha remarcado: «La correcta interpretación de estos datos en su contexto clínico contribuye directamente a una medicina más personalizada, evitando pruebas innecesarias, mejorando la eficiencia del proceso diagnóstico y optimizando el tratamiento».

A lo largo de la jornada, se han identificado las distintas técnicas y pruebas del Laboratorio Clínico claves para ayudar al diagnóstico preciso, monitorizar el curso de la enfermedad o evaluar la respuesta a los tratamientos. Como ha explicado la Dra. Blanco, la medición de los anticuerpos antinucleares o anticelulares (ANAs), es una de las pruebas de laboratorio más comunes “y ayuda a detectar la presencia de anticuerpos que atacan componentes del núcleo celular, típicos en varias enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico (LES)”. A su vez, según ha destacado la experta, se realizan pruebas para detectar anticuerpos particulares en función de la posible enfermedad, como los anti-ADN y anti-Smith en lupus o anticuerpos anti-péptido cíclico citrulinado en artritis reumatoide, entre otros.

Tratar las enfermedades autoinmunes exige un abordaje multidisciplinar

Asimismo, los residentes han destacado el papel del laboratorio en la enfermedad pulmonar intersticial difusa asociada a enfermedades autoinmunes. Finalmente, se ha introducido la labor de la Medicina de Laboratorio en el abordaje de la artritis idiopática juvenil y en la esclerosis sistémica y miopatías autoinmunes. Es en estas situaciones donde, ha argüido el Dr. Torrado, «el laboratorio contribuye decisivamente al diagnóstico, la clasificación clínica y la evaluación pronóstica de la enfermedad». El experto ha recordado que, en todas estas patologías, la labor del especialista en Medicina de Laboratorio desempeña un papel clave, como parte del equipo clínico que toma decisiones sobre el abordaje del paciente.

En este sentido, los Dres. Blanco y Torrado han incidido en que el abordaje clínico de las enfermedades autoinmunes exige un trabajo multidisciplinar estrecho, debido a la amplia afectación sistémica que pueden presentar estos pacientes. De forma que, como han sostenido los expertos, «el manejo de estas patologías no puede entenderse sin una comunicación fluida y efectiva entre especialidades, con el Laboratorio Clínico como punto de encuentro técnico y científico».

Ambos facultativos han resaltado el valor estratégico de este tipo de iniciativas formativas, especialmente aquellas que promueven la docencia transversal entre especialidades, y el fortalecimiento del papel del Laboratorio Clínico como estructura vertebradora del sistema diagnóstico. «La jornada representa una oportunidad para visibilizar esta transformación del rol del laboratorio, que pasa de ser un servicio de apoyo técnico a convertirse en un agente activo en la toma de decisiones clínicas», han resumido.