Fad Juventud
Fad Juventud lleva luchando contra las drogas y otras adicciones desde mediados de los años 80
Fad Juventud nació en 1986 impulsada por el general Manuel Gutiérrez Mellado, en un contexto social marcado por la expansión del consumo de drogas y la urgencia de dotar a la juventud de herramientas preventivas. Aquella inspiración inicial ha evolucionado en una organización que mantiene la prevención de adicciones como seña de identidad, pero que ha ensanchado su foco para mejorar de forma integral el bienestar juvenil. Hoy, su propósito se expresa con claridad: analizar, actuar e influir sobre todo lo que afecta al desarrollo de adolescentes y jóvenes, con un énfasis explícito en su salud y bienestar.
El asiento institucional de esa misión está en sus estatutos, que definen una fundación privada, sin ánimo de lucro y de duración indefinida, con domicilio en Madrid y ámbito de actuación en todo el territorio del Estado, sin perjuicio de su labor en cooperación al desarrollo fuera de España. Entre sus fines destacan la promoción del desarrollo personal y social de la juventud mediante la educación en actitudes positivas, la prevención de conductas de riesgo, incluidas las drogas y otras adicciones comportamentales, la investigación social aplicada (I+D+i) y la sensibilización pública. No se trata de un catálogo decorativo: los estatutos detallan actividades concretas, desde estudios y barómetros hasta programas de prevención secundaria, formación de mediadores y campañas de comunicación social.
Gestión interna
El organigrama traduce esa arquitectura jurídica en gobierno y gestión. El Patronato es el órgano supremo, con facultades de dirección estratégica, aprobación de planes de actuación y cuentas, y designación de equipos directivos. La composición es plural y de alto nivel; a 20 de febrero de 2025 lo preside José Ignacio Goirigolzarri, acompañado por una amplia representación del mundo empresarial y de los medios de comunicación. Su majestad la Reina Letizia, por su parte, es Presidenta de Honor de Fad Juventud. La dirección ejecutiva recae en la Dirección General, que coordina las áreas técnicas y el trabajo del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, unidad de investigación que alimenta con evidencia las intervenciones.
La vertiente sanitaria no es un apéndice, sino un eje transversal. Fad Juventud articula una prevención moderna que combina promoción de la salud mental, reducción de riesgos y respuesta temprana. Su Servicio de Información y Orientación (SIOF) ofrece atención gratuita, confidencial y multicanal para jóvenes y familias en cuestiones relacionadas con adicciones, conductas de riesgo y malestares emocionales. En 2024 el SIOF atendió 4.010 consultas a través del 900 16 15 15, y el dispositivo específico SIOF Joven registró 1.377 demandas, con un peso notable de problemas de ansiedad, ideación suicida, depresión y desajustes de imagen corporal. Estos datos describen con nitidez la intersección entre salud mental y consumo, y la necesidad de dispositivos de orientación accesibles.
Campañas de éxito
A la prevención clásica frente a sustancias se suman hoy otras exposiciones, desde el juego y las apuestas hasta las adicciones sin sustancia en entornos digitales. Fad Juventud interviene en centros educativos, familias y comunidad, formando a docentes y mediadores y trabajando competencias personales y socioemocionales con adolescentes. En paralelo, y como instrumento de influencia social, impulsa campañas de sensibilización que traducen la evidencia en mensajes públicos. La campaña #NoLeDesAlCoco, orientada a jóvenes de 15 a 29 años, previene e identifica trastornos de salud mental y promueve cuidados psicológicos tempranos; la iniciativa para desmontar mitos sobre el cannabis combate la aparente inocuidad de una sustancia percibida como «natural»; y Yo adicto, lanzada en colaboración con Disney+, utilizó el formato documental para visibilizar la adicción y sus efectos. La misma lógica de salud pública guía colaboraciones como Días (grises) de verano, centrada en bienestar emocional y soledad no deseada.
El alcance de la fundación es doble. En España, despliega programas educativos, acciones formativas y servicios de orientación con impacto directo en las aulas, las familias y los entornos comunitarios; y sustenta la toma de decisiones con la investigación del Centro Reina Sofía, que publica estudios, observatorios y barómetros sobre salud, género, tecnología o bienestar. En 2024 desarrolló 23 investigaciones y registró más de 54.000 descargas de publicaciones, lo que ilustra la demanda social de conocimiento aplicado. Fuera de España, su línea de cooperación al desarrollo (activa en América Latina desde 1996) ha ejecutado más de un centenar de proyectos en quince países, con estrategias educativas, de inserción sociolaboral y de prevención de riesgos psicosociales dirigidas especialmente a adolescentes y jóvenes.
Analizar, actuar e influir
Esa combinación de evidencia e intervención dibuja con precisión sus funciones: analizar la realidad juvenil, detectar riesgos y oportunidades, y trasladar ese diagnóstico a acciones preventivas y de promoción de la salud en entornos reales. La fórmula «analiza, actúa e influye» no es un lema retórico: se traduce en programas de aula, formación de profesionales, guías para familias, campañas multicanal y posicionamiento público ante políticas con impacto sanitario, como la prevención del consumo de alcohol en menores. La idea de fondo es inequívoca: proteger el desarrollo saludable de la juventud exige intervenir de forma coordinada en los factores que lo condicionan, desde la escuela y el ocio hasta el ecosistema digital, y hacerlo con rigor técnico, evaluación y alianzas público-privadas.
En suma, Fad Juventud es hoy una institución de referencia en salud juvenil que ha sabido actualizar su legado fundacional. Nació para ayudar a decir “no” a las drogas y ha crecido para sostener el «sí» a la salud mental, a las relaciones seguras, a la autonomía y a la ciudadanía digital responsable. Su gobernanza, su producción de conocimiento y su capacidad de llegar a millones con campañas contrastadas conforman un ecosistema que conecta prevención, asistencia y sensibilización; un enfoque que, por su consistencia y por su escala, aporta valor público en un terreno donde los desafíos se mueven rápido y las respuestas tienen que estar, también, a la altura.