Federación de Asociaciones de Celiacos de España
FACE: la voz de las personas celiacas en España
Seguir una dieta sin gluten estricta, todos los días y en cualquier contexto, es mucho más que «cambiar el pan». Implica revisar etiquetas, planificar cada comida, evitar la contaminación cruzada en casa, en el colegio, en el trabajo o al viajar, y asumir que cualquier descuido puede afectar a la salud.
En este escenario, contar con una organización que informe, acompañe, defienda derechos y trabaje con la industria alimentaria y la restauración marca una gran diferencia. En España, ese papel lo ocupa la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE), una entidad de referencia para miles de personas y familias que viven la «vida sin gluten».
Su sede se encuentra en Madrid, pero su alcance es nacional gracias a la colaboración constante con las asociaciones autonómicas. Esta forma de trabajar permite adaptar las acciones a la realidad de cada territorio sin perder una estrategia común. Las personas asociadas no solo contribuyen mediante sus cuotas, sino que también participan activamente en campañas, proyectos y actividades de voluntariado que sostienen el llamado movimiento celiaco.
El trabajo diario de FACE: apoyo, información e incidencia social
Aunque muchas personas identifican a FACE con la conocida “espiga barrada” o con la aplicación FACEMOVIL, su trabajo va mucho más allá. En el día a día, la Federación presta apoyo y asesoramiento a personas recién diagnosticadas y a sus familias, normalmente a través de las asociaciones autonómicas, que son la puerta de entrada para la mayoría de los usuarios.
FACE impulsa campañas de información y sensibilización con el objetivo de dar a conocer la enfermedad celiaca, desmontar mitos y reivindicar mejoras: desde ayudas económicas para afrontar el sobrecoste de los productos sin gluten hasta la necesidad de un etiquetado claro o de opciones seguras en restauración y comedores colectivos. Además, trabaja estrechamente en el ámbito de la seguridad alimentaria, colaborando con la industria alimentaria y con la restauración para que las opciones etiquetadas como «sin gluten» sean realmente seguras.
La Federación también coordina iniciativas comunes como la celebración del Día de la Enfermedad Celiaca, la elaboración de informes sobre el coste de la dieta sin gluten, la publicación de guías y materiales divulgativos y la promoción del voluntariado dentro del movimiento asociativo.
Formación para restauración e industria alimentaria
La labor formativa de FACE se extiende igualmente al sector de la restauración y a la industria alimentaria. La Federación, junto a sus asociaciones, asesora a restaurantes, hoteles, cadenas de restauración y empresas de catering que desean ofrecer menús sin gluten seguros. Este asesoramiento incluye el análisis de las cartas, la revisión de las instalaciones, la adaptación de los protocolos para evitar la contaminación cruzada y, muy especialmente, la formación del personal que manipula alimentos.
Además, FACE impulsa un proyecto de control analítico en restauración. Mediante visitas tipo «cliente misterioso», técnicos especializados acuden sin previo aviso a restaurantes que ofrecen platos sin gluten, piden diferentes elaboraciones y las envían a laboratorio para analizar la presencia de gluten. Estas pruebas, basadas en métodos reconocidos internacionalmente, permiten comprobar si los platos cumplen con los límites establecidos como seguros.
En el ámbito de la industria, colabora con empresas alimentarias interesadas en certificar sus productos con la marca registrada de la espiga barrada, un símbolo reconocido internacionalmente que indica que el alimento cumple con los requisitos de seguridad establecidos para ser considerado «sin gluten». Este proceso exige revisar ingredientes, procesos productivos y sistemas de control interno, y suele incorporar también formación específica para que el personal conozca los riesgos relacionados con el gluten y las buenas prácticas de fabricación.
De este modo, la formación no solo empodera a las personas celiacas, sino que también transforma la forma de trabajar de quienes elaboran y sirven los alimentos.
Juventud e investigación: el futuro del movimiento celiaco
FACE no solo mira al presente, sino también al futuro, y lo hace a través de la juventud y de la investigación científica.
Por un lado, cuenta con FACE Joven, un espacio específico para personas jóvenes celiacas que suelen situarse entre la adolescencia tardía y la adultez temprana. Este grupo trabaja para empoderar a la juventud celiaca, ofrecerle información adaptada a su realidad y crear espacios de encuentro en los que compartir experiencias. A través de convivencias, campamentos y jornadas formativas, se abordan temas como los viajes, la vida universitaria, el ocio nocturno, el mundo laboral o la independencia fuera del hogar familiar, siempre desde la perspectiva de vivir sin gluten con seguridad.
Por otro lado, FACE impulsa la investigación en enfermedad celiaca mediante la colaboración con equipos científicos y la financiación de proyectos. La Federación destina fondos específicos a apoyar estudios sobre diagnóstico, tratamiento, calidad de vida y otros aspectos relacionados con la patología. También actúa como puente entre investigadores y pacientes, facilitando la participación de personas celiacas en encuestas, estudios observacionales o ensayos en los que se requiere su colaboración.
Gracias a esta doble apuesta por la juventud y la ciencia, el movimiento celiaco se fortalece y se prepara para afrontar los retos de los próximos años.
Una red que transforma la vida sin gluten
La labor de la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) abarca desde el acompañamiento a una persona recién diagnosticada hasta la colaboración con laboratorios, restaurantes, industrias y centros de investigación. Su trabajo combina información, formación, apoyo emocional y práctico, seguridad alimentaria e incidencia social, con un objetivo claro: que vivir sin gluten no suponga renunciar a la salud, ni a la vida social, ni a los derechos básicos.
Detrás de cada etiqueta con la espiga barrada, de cada restaurante preparado para atender a una persona celiaca o de cada recurso formativo hay muchas horas de trabajo técnico y mucho compromiso colectivo. Gracias a esa red, el camino de quienes reciben un diagnóstico de enfermedad celiaca se vuelve un poco más transitable. FACE, junto a las asociaciones que la integran, se consolida así como una pieza clave para que la vida sin gluten sea, cada vez más, una vida en igualdad y con plenas garantías.

