Fundación ANAED
ANAED: tres décadas acompañando y visibilizando la depresión en España
La Fundación ANAED (Fundación para la Ayuda Nacional al Enfermo de Depresión) es una entidad sin ánimo de lucro que nació en 2002 como heredera de la asociación ANAED, creada en 1994. Su propósito es claro y directo: dar visibilidad a la depresión, combatir el estigma y acompañar a quienes la padecen —y a sus familias— con información rigurosa, escucha y recursos de apoyo. Desde sus inicios, la fundación ha puesto el foco en un mensaje esperanzador: la depresión se puede tratar y, con ayuda, es posible salir adelante.
Qué hacen: líneas de acción
La labor de ANAED se despliega en varios frentes que se refuerzan entre sí. Por un lado, facilitan el acceso a asistencia psicológica de calidad para personas con depresión y para su entorno cercano. Por otro, impulsan campañas y actividades de sensibilización en colegios, centros de mayores y espacios comunitarios, con el objetivo de prevenir, detectar antes y normalizar la conversación sobre salud mental. A ello suman la publicación de contenidos divulgativos —guías, artículos y materiales multimedia— y la colaboración con profesionales y entidades que comparten la misma misión. El resultado es un ecosistema de apoyo que combina intervención, formación e información.
Asistencia psicológica: apoyo presencial y online
ANAED facilita el acceso a terapia psicológica tanto presencial como online a través de una red de profesionales colaboradores. El proceso suele comenzar con un formulario de contacto que permite derivar el caso al recurso más adecuado y agilizar la primera cita. La fundación no se presenta como un servicio de emergencia ni sustituye la atención sanitaria, pero sí actúa como puente para que cada persona encuentre ayuda especializada de forma cercana, rápida y con condiciones accesibles.
Además, ofrecen orientación inicial, materiales psicoeducativos y guías prácticas que ayudan a comprender los síntomas, los tratamientos disponibles y el papel que puede desempeñar la familia durante el proceso terapéutico.
Proyectos que ponen rostro y voz a la depresión
– Saber que se puede. Este proyecto audiovisual reúne cortometrajes que abordan experiencias diversas relacionadas con la salud mental —desde la adolescencia hasta la tercera edad, pasando por situaciones de violencia de género o enfermedad física— con una mirada humanista. La finalidad es romper silencios, generar empatía y mostrar caminos de recuperación. La iniciativa ha recibido reconocimientos en festivales y foros especializados, lo que ha contribuido a amplificar su impacto social.
– 1.000 Cantando por la depresión. La música como punto de encuentro y altavoz. Conciertos benéficos, artistas y ciudadanía se unen para transmitir un mensaje sencillo y potente: hablar de depresión salva vidas. Esta línea de trabajo combina cultura y sensibilización, acercando la causa a auditorios y plazas donde quizá no llegaría una charla sanitaria.
– #EstaEnTusManos. Ciclo de reuniones y talleres de actualización para profesionales y comunidad: qué es la depresión, cómo afecta a la calidad de vida, cuándo derivar a terapia, qué papel tienen la psicoeducación y el autocuidado, y cómo acompañar desde el entorno. Su objetivo es mejorar la alfabetización en salud mental y reforzar la coordinación entre ámbitos sanitario, educativo y social.
– La vida en color. Serie de testimonios reales que muestran la diversidad de la depresión: posparto, ansiedad combinada, trastorno afectivo estacional o situaciones de duelo, entre otros. Los relatos invitan a reconocer señales, pedir ayuda y encontrar referentes de recuperación, todo ello con un tono cercano y desestigmatizador.
– #DeLaDepresiónSeSale. Bajo este lema, la fundación reúne recursos y acciones de sensibilización que insisten en una idea central: existe tratamiento y existen salidas. La campaña articula mensajes claros y materiales prácticos para reforzar la búsqueda de ayuda y la adherencia terapéutica.
Voluntariado y formas de ayudar
Quien desee apoyar la causa puede hacerlo de múltiples maneras. La fundación integra personas voluntarias en charlas y talleres —especialmente psicólogos, jubilados o quienes han superado una depresión y quieren compartir su testimonio—, y también en tareas de oficina o en remoto como comunicación, redes sociales, marketing, asesoría jurídica o financiera, redacción para el blog y prácticas universitarias.
Otra forma de colaboración es mediante donaciones o acuerdos con entidades. La filosofía es sencilla: cada aportación, por pequeña que parezca, ayuda a sostener y ampliar la atención a miles de personas cada año.
Por qué su labor importa hoy
La depresión sigue atravesándose con demasiada frecuencia en silencio, a veces tras una apariencia de normalidad que oculta sufrimiento. ANAED trabaja para romper ese silencio combinando tres ingredientes: asistencia psicológica cercana, educación y prevención en la comunidad, y recursos fiables que empoderan a pacientes y familias. Al mismo tiempo, promueve espacios de diálogo entre profesionales y organizaciones para mejorar la calidad de la atención. Esta estrategia multicanal saca la depresión del tabú y la sitúa donde debe estar: como una enfermedad tratable que requiere información, acompañamiento y redes de apoyo.
Si necesitas ayuda
Si crees que podrías estar atravesando una depresión, pide ayuda cuanto antes. Habla con alguien de confianza, contacta con tu médico de familia o inicia una consulta con un profesional de la psicología. En la web de ANAED encontrarás un formulario para iniciar el acceso a asistencia psicológica, así como recursos gratuitos de orientación que pueden servirte como primer paso.

