Fundación Elena Barraquer
Ofrecer servicios oftalmológicos a zonas en vías de desarrollo, el propósito con el que trabaja la Fundación Elena Barraquer
La Fundación Elena Barraquer nace en 2017 como la vía con la que la oftalmóloga barcelonesa decidió dar continuidad, con sello propio, a las expediciones de cirugía de cataratas que lideraba desde años atrás. Ese primer ejercicio ya dejó constancia pública en una memoria específica y marcó una pauta que no ha dejado de afianzarse: misiones breves, objetivas y muy exigentes en países con escasa cobertura oftalmológica, bajo la dirección clínica de la propia doctora Barraquer y con una estructura ligera que privilegia la capacidad de intervenir con rapidez allí donde el impacto es mayor. La iniciativa se inscribe, además, en una tradición familiar de más de un siglo vinculada a la cirugía del cristalino, un legado que explica el rigor metodológico con el que se planifican y ejecutan las campañas.
La función principal de la entidad es inequívoca: combatir la ceguera evitable por cataratas mediante expediciones quirúrgicas de una semana a hospitales locales, con equipos médicos y de apoyo que la propia fundación organiza y coordina. Sus protocolos están diseñados para una cadena clínica completa, evitando la dispersión en actividades que no aporten eficiencia a ese objetivo; por ello se centra exclusivamente en operar cataratas, sin programas formativos paralelos ni abordaje de otras patologías durante las misiones. La composición de los equipos (cirujanos, oftalmólogos clínicos, anestesistas, instrumentistas y ayudantes de campo) está estandarizada para sostener un volumen alto de intervenciones en poco tiempo y con seguridad.
Alcance y gobierno interno
El alcance acumulado da idea de la tracción lograda. La página de expediciones sitúa el balance en más de cien misiones, más de 25.000 cirugías de cataratas y alrededor de doscientas mil consultas atendidas, cifras que se actualizan con un goteo constante de destinos en África y América Latina. El ritmo anual revela la misma curva ascendente: en 2023 cerraron el año con 6.937 cirugías en diecinueve expediciones, un hito que la propia fundación destacó y que medios sectoriales corroboraron. En 2024 y 2025 se han mantenido campañas de volumen significativo (como Dakar, con 717 operaciones ejecutadas por cuatro cirujanos en paralelo, o la misión en Tanzania con 300 pacientes intervenidos) y un calendario que incorpora nuevos destinos junto a plazas ya consolidadas.
La estructura de gobierno y gestión es deliberadamente sobria. El Patronato lo preside Elena Barraquer y se completa con perfiles del ámbito médico, empresarial y de la comunicación (Javier Godó, Isabel López-Marín, Joaquín Fernández, Johanna Derksen Nefkens y Elvira Arzubialde, entre otros), con una secretaría técnica no patrona para el soporte jurídico. La oficina ejecutiva, por su parte, está liderada por una dirección ejecutiva y una dirección de operaciones que articulan logística, suministros, coordinación de enfermería y comunicación, apoyadas por profesionales con experiencia hospitalaria y en terreno. La publicación de memorias anuales, cuentas auditadas y un código ético y de conducta para proveedores refuerza una gobernanza que combina agilidad con rendición de cuentas.
Campañas de éxito
Los objetivos estratégicos están definidos con precisión: reducir de forma inmediata la carga de ceguera por catarata en países de ingresos bajos y medios; crear una plataforma para que otros oftalmólogos sumen capacidad quirúrgica en contextos de alta demanda; y sostener, con socios locales, circuitos de derivación que permitan identificar a los pacientes, asegurar el postoperatorio y medir resultados funcionales. Esa claridad se traduce en una promesa operativa nítida y en un discurso que evita prometer lo que no está en su perímetro de control. La fundación, además, mantiene una filial en EEUU (Foundation Elena Barraquer Inc.) que amplía su base de apoyo y facilita alianzas, algo que convive con su sede y operación principal en Barcelona.
De las campañas y actos recientes se extraen ejemplos concretos del modo de trabajar. A comienzos de 2024, el equipo desplazado a Dakar montó dos quirófanos en el hospital de referencia y operó en cinco jornadas a 717 pacientes seleccionados previamente, un despliegue que ilustra la importancia de la logística, del filtrado clínico y de la coordinación con la autoridad sanitaria local. En Tanzania, un nuevo destino en 2025, el parte final marcó 300 cirugías en una semana, con testimonios de contrapartes y voluntariado que enfatizan la recuperación funcional inmediata de los pacientes y el efecto económico en sus familias. En paralelo, la entidad mantiene una línea estable de expediciones a Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala en particular) y a países africanos como Cabo Verde o Mauritania, que repite por la demanda acumulada y la fiabilidad de los socios locales.
Una labor encomiable
Junto a las misiones, la fundación organiza eventos de captación de fondos que han ganado tracción, como el Torneo de Golf Solidario #NoMásCataratas, y cierra acuerdos de patrocinio con empresas que alinean su marca con la restitución de la «luz» en sentido literal y figurado. Las colaboraciones corporativas, como la anunciada con Enfinity Global, subrayan una estrategia de alianzas que no interfiere con los criterios clínicos de selección de pacientes ni con la independencia operativa, pero que permite asegurar consumibles, lentes intraoculares y logística sin desviarse de la misión. La combinación de apoyo privado y transparencia contable explica la continuidad y el crecimiento sostenido de su capacidad quirúrgica año tras año.
En suma, la Fundación Elena Barraquer ha convertido su propósito en una metodología replicable que mide su éxito por ojos que vuelven a ver y por días de autonomía recuperados. Con un organigrama austero, un gobierno activo y una práctica clínica circunscrita a lo que realmente cambia la vida de los pacientes, su trayectoria reciente indica que el impacto seguirá creciendo si mantiene la disciplina, la apertura a alianzas y la atención estricta a los resultados.