Fundación Gasol
Los hermanos Gasol crearon esta fundación en 2013 con el objetivo de erradicar la obesidad infantil en España
La Fundación Gasol, impulsada por los hermanos Pau y Marc Gasol, nació en 2013 con una misión nítida: reducir la obesidad infantil promoviendo estilos de vida saludables desde una perspectiva integral. Su trabajo se articula alrededor de cuatro pilares, actividad física, alimentación, sueño y bienestar emocional, que la entidad traduce en la «Galaxia Saludable», una metáfora pedagógica para llegar a la infancia y a sus familias. El enfoque combina investigación, programas comunitarios y sensibilización pública, y opera en España y Estados Unidos.
Lucha contra la obesidad infantil
El origen de la fundación se entiende mejor si se atiende a la trayectoria vital y social de los hermanos Gasol. Tras años vinculados a iniciativas en favor de la infancia y conscientes del avance de la obesidad a escala global, decidieron crear una institución capaz de generar evidencia, intervenir sobre el terreno y elevar el problema a la agenda pública. La organización se constituyó en 2013, con la ambición de convertir el prestigio deportivo en una palanca de salud pública orientada a resultados verificables.
Esa ambición se concreta en objetivos precisos. La fundación investiga para comprender mejor los determinantes de la obesidad infantil, diseña e implementa programas que empoderan a familias y escuelas, y lidera campañas de sensibilización con vocación de impacto normativo. Su estrategia reconoce que la prevención exige un abordaje multisectorial y alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible; por ello, cada intervención se somete a evaluación ética, emplea instrumentos validados y se acompaña de seguimiento para asegurar mejoras sostenibles.
Números que reflejan el alcance de la Fundación Gasol
El organigrama refleja ese equilibrio entre liderazgo social y solvencia técnica. El Patronato lo preside Pau Gasol y cuenta con Marc Gasol como vicepresidente; lo integran, entre otros, el cardiólogo Valentí Fuster, el chef Joan Roca y directivas de referencia del ámbito tecnológico y audiovisual, además de un secretario con funciones de soporte jurídico. En la estructura ejecutiva europea destaca Cristina Ribes como directora, junto con Santi F. Gómez (director global de Investigación y Programas), y un equipo que coordina alianzas, comunicación y captación de fondos. A todo ello se suma un Consejo Asesor, órgano voluntario de consulta técnica cuyo reglamento delimita funciones y relación con el Patronato.
El alcance cuantitativo de su labor muestra una expansión sostenida. Según la propia entidad, hasta el curso 2023–2024 han participado en sus programas 216.922 niños, niñas y familias; además, 43.127 personas han tomado parte en sus investigaciones y se han publicado 18 artículos científicos derivados del trabajo de campo y la evaluación de proyectos. La combinación de investigación y práctica constituye, en suma, la base de un modelo que prioriza la medición rigurosa para cambiar comportamientos de forma duradera.
Propuestas para promover el cambio
Entre las iniciativas emblemáticas destaca el Estudio PASOS, una investigación representativa sobre actividad física, sedentarismo, descanso, alimentación y bienestar emocional en población de 8 a 16 años. La edición 2022–2023, realizada con 3.201 menores de 245 centros educativos de las 17 comunidades autónomas, confirmó un deterioro de hábitos tras la pandemia. La fase longitudinal 2022–2025 ha detectado, en la cohorte seguida desde 2019, 11 horas más semanales de pantallas, menos actividad física, peor alimentación, menos sueño y un aumento acusado del malestar emocional, hallazgos que la fundación ha presentado solicitando una respuesta coordinada.
En el ámbito escolar, el programa SEÍSMO convierte Educación Física y Tutoría en motores del cambio saludable dentro del centro educativo, implicando a alumnado, docentes y familias. Hasta la fecha, la iniciativa ha alcanzado 128 escuelas, cerca de 28.000 niños y un número significativo de docentes, y ha extendido pilotos y escalados territoriales gracias a alianzas público-privadas. La fundación ha desplegado versiones dirigidas a contextos de vulnerabilidad y ha llevado esta intervención a distintos municipios y comunidades autónomas.
La primera infancia es otra prioridad definida. Con PRESAFALÍN, la fundación trabaja habilidades parentales para crear entornos domésticos que favorezcan hábitos saludables desde los 0 a los 3 años y reduzcan desigualdades en salud. El proyecto ha sido reconocido por su contribución a los ODS y se ha implementado en red con administraciones locales y entidades sociales.
Más proyectos
A esta cartera se suman actuaciones coyunturales y alianzas estratégicas. Durante la emergencia de la COVID-19, la fundación colaboró con World Central Kitchen y Fundación Ebro para distribuir menús saludables y materiales pedagógicos a 1.500 familias afectadas por la crisis. En el plano de políticas públicas, actuó como aliado del Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil en la elaboración del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil, un ejercicio de coordinación interministerial y con instituciones científicas y del tercer sector.
En conjunto, la Fundación Gasol ha construido un modelo que evita los atajos y apuesta por combinar evidencia, pedagogía y coaliciones. Su historia desde 2013 es la de una institución que usa el prestigio deportivo para abrir puertas, pero que se mantiene en la disciplina de medir, ajustar y volver a medir. El organigrama aporta nombres de reconocido liderazgo social y solvencia técnica; sus objetivos, vinculados a la prevención, se despliegan en programas evaluados que llegan a barrios, escuelas y familias; su alcance, por fin, demuestra que el cambio de hábitos es posible cuando investigación, intervención y sensibilización empujan en la misma dirección. En un entorno obesogénico que castiga especialmente a los hogares con menos recursos, esa triple vía (evidencia, intervención y política) no es un eslogan, sino la condición para que la salud infantil deje de ser un indicador social que retrocede.