El consumo de alcohol, solo o asociado a otras causas, representa ya hasta el 55% de los casos de cáncer de hígado, el segundo que más años de vida resta
Estos resultados indican la necesidad de mejorar los programas de detección de cáncer de hígado, así como de fortalecer la prevención de las enfermedades hepáticas asociadas al consumo de alcohol y al hígado graso
El 49 Congreso de la Sociedad Española para el Estudio del Hígado (AEEH) acogerá mañana miércoles día 14 de febrero la presentación de los resultados del III Registro de Carcinoma Hepatocelular (CHC), que recoge datos demográficos y clínicos de 767 pacientes con diagnóstico de tumor hepático primario extraídos de 52 centros entre el 1 de octubre de 2022 y el 31 de enero de 2023. Estos datos permiten conocer la evolución de la etiología del cáncer de hígado a lo largo de los últimos quince años en nuestro país y muestran de forma indiscutible que el consumo de alcohol es su primera causa, tanto si se considera de forma aislada (29,9% de los casos), como asociado a otras causas (54,9% de los casos).
Este dato muestra el fracaso de las políticas para combatir el consumo de alcohol, que no han logrado revertir el peso de este como causa principal de hepatocarcinoma, que se mantiene estable. Esto significa que casi seis de cada diez cánceres de hígado en España se deben al alcohol, dándose además dos circunstancias paradójicas y al mismo tiempo confluyentes: mientras el cáncer de hígado es ya el tipo de cáncer que más años de vida resta a la población, la percepción sobre los riesgos del consumo de alcohol sigue sin modificarse en nuestro país, y de hecho los jóvenes inician su consumo a edades cada vez más tempranas y con patrones asociados a un mayor riesgo (ingesta de grandes cantidades de alcohol en pocas horas).
Una tendencia preocupante
Al mismo tiempo, el III Registro sobre CHC de la AEEH observa un incremento del CHC en personas con enfermedad hepática en fases más leves, sin presencia de cirrosis, que casi se duplica, del 4,2 al 7,9% de los casos, y muestra de forma inequívoca el crecimiento de los casos de cáncer de hígado provocados por la esteatosis hepática metabólica, EHmet, que es como se conoce a la patología del hígado graso. En comparación con los datos de los años 2008 y 2014, los resultados del Registro muestran un aumento de casi diez puntos (1,9% vs 5,9% y 11,8%) en el porcentaje de hepatocarcinomas debidos a EHmet, que se confirma como tercera causa del cáncer de hígado, y la que presenta un crecimiento más rápido.
Se trata de una tendencia que preocupa, y mucho, a los especialistas, que consideran de hecho que la esteatohepatitis será en una década la primera causa de CHC, dado el avance de la prevalencia del hígado graso. Se estima, de hecho, que esta patología afecta ya a más de diez millones de españoles, de los que cerca de dos millones presentarían inflamación del hígado (esteatohepatitis) y, de ellos, 400.000 presentarían ya una cirrosis hepática, con el agravante de que en su mayoría aún no han sido diagnosticados.
Un avance imparable que preocupa por muchas razones y particularmente por la incidencia que puede llegar a tener sobre el cáncer de hígado. «La presencia de cáncer de hígado en pacientes con hígado graso en España se ha triplicado en la última década, y con esos datos está todo dicho acerca de la magnitud del problema que debemos afrontar», ha afirmado el presidente de la AEEH, Manuel Romero.
Mejorar la detección prematura
La buena noticia es el continuado descenso del peso de la hepatitis C (VHC) sobre el total de casos de CHC, que se ha reducido en catorce años del 43% al 17,5%. A pesar de esta progresión, la hepatitis C sigue siendo el segundo factor de riesgo para el cáncer de hígado, razón por la que los especialistas piden un último esfuerzo para lograr su eliminación, la cual pasa, en gran medida, por intensificar el cribado en las poblaciones vulnerables y facilitarles el acceso al tratamiento.
Pero los datos del III Registro de la AEEH no solo muestran que la epidemiología del cáncer de hígado está cambiando, sino también que el esfuerzo por aumentar la detección con programas de cribado no está resultando suficiente. En este sentido, debe destacarse que la proporción de pacientes con cirrosis diagnosticados de cáncer en el seno programas de cribado no ha cambiado y por tanto no logra despegar. En el momento actual, el 43% de los casos se detectan fuera de estos programas. Y el problema es que cuando el diagnóstico de CHC se realiza fuera del cribado habitualmente la enfermedad se encuentra en una fase más avanzada en la que es menos probable que se les pueda ofrecer un tratamiento curativo, lo que redunda en un pronóstico significativamente peor.
Estos resultados indican la necesidad de mejorar los programas de detección de cáncer de hígado, así como de fortalecer la prevención de las enfermedades hepáticas asociadas a alcohol e hígado graso. Cada año se diagnostican en España 6.600 nuevos casos de cáncer de hígado, la mitad de ellos en estadios muy avanzados, y es la principal causa de muerte en los pacientes con cirrosis provocada por consumo de alcohol o hepatitis virales.