Inteligencia Artificial (IA)

Cuando la IA sustituye a las personas y toma el control de todo, pueden pasar cosas sorprendentes. Veamos una conversación entre dos entes con IA:

–¿Comunidad de Madrid?

-Sí, soy yo.

–Mire, soy CIS.

-¿El de Tenazas?

–No, CIS, Control de Individuos Subversivos.

-No le conozco, pero dígame.

–Encantado de saludarle. Soy un Organismo eco2030resiliente, creado para rastrear, controlar y medir tanto a individuos como a entidades con tendencia comportamental subversiva, fundamentalmente en RRSS.

-Y eso a mí ¿qué cojones me importa?

–Pues debería importarle. Porque tengo orden de informarle que está usted bajo vigilancia absoluta y rigurosa, de forma machacona e insistente.

-Y ¿quién le ha dado esa orden?

–El que se mira, se tira besos y los espejos se derriten a su paso.

-Ah, ya caigo. Pues dígale que se vaya a dar una vuelta en Falcon, que no me intimida. Por mil veces que lo intente.

–Sí, eso es verdad. ¡Qué arrestos tiene usted!, no se achanta ni con un “bolañazo” en la celebración del 2 de mayo.

-Pues no. A ese, ni agua. Le invitamos a un barquillo y a correr. ¡Cómo se lo comió! Volvió a por más. Le dimos una caja y se fue saltando de contento.

–Sí, es muy infantil. ¡Pobre!

-Bueno, vamos al grano. ¿Qué me estaba diciendo?

–Debería saberlo, para eso es usted IA.

-Sí, lo sé. Era para despistarle, CIS.

–Pues lo ha conseguido, Comunidad de Madrid. Ya se me ha olvidado por qué le llamaba.

-Pues vaya mierda de IA que tiene usted.

–No. También era para despistarle. Somos IA y no cometemos errores. Como le informé antes, Comunidad de Madrid, ha sido usted considerada un ente subversivo y le voy a estar jodiendo.

-Ha dicho “jodiendo”.

–Bueno usted antes dijo “cojones” y yo no le dije nada.

-Vaya, ¡qué curioso! si a “cojones” y “jodiendo” le añado las palabras comisión, prostitutas y drogas me da como resultado la palabra “Tito”.

–Que graciosa es usted Comunidad de Madrid.

-¿A qué sí?

–Sí. ¿Sabe una cosa?

-No.

–Creo que me estoy empezando a enamorar de usted.

-Es normal, soy más inteligente que usted, CIS.

–Eso es imposible. Somos IA de última generación.

-No. Usted no es una máquina de IA. Usted es un General metido en una caja con cables y botones simulados. Nada más.

–¡Vaya! ¿Cómo lo ha sabido?

-Porque se ha dejado la gorra puesta. Pero no se preocupe, yo tampoco soy una máquina.

–Y ¿quién es usted?

-Sencillo. La que arregla todos los espejos que su jefe derrite o destroza.

–Pues sí que tiene usted trabajo.

-Desde luego.

–Usted llegará lejos.

-Tan lejos como huelgas sanitarias me organicen.

–¿Por qué lo dice usted?

-Porque cada huelga sanitaria que su jefe organiza contra mí me hace subir cinco puntos en las encuestas.

–Es usted una máquina. Perdón, un pedazo de mujer.

-Gracias, no sabía que era usted tan piropero.

–Sí, tengo esa debilidad por las mujeres inteligentes, pero no se lo diga a mi jefe, me cesaría fulminantemente.

-No se preocupe tanto por su jefe, General.

–¿Por…?

-Porque está demasiado ocupado destrozándolo todo.

José Luis Águeda

Editor