La esperanza de vida mundial ha aumentado algo más de seis años desde 1990
La reducción en enfermedades respiratorias, ataques al corazón e ictus causan un aumento de 6,2 años en la esperanza de vida a nivel global
Los avances científicos, sanitarios, la mejora de la cobertura médica y la mayor concienciación en la alimentación son algunos de los principales motivos detrás del aumento de la esperanza de vida en 6,2 años durante las tres últimas décadas a nivel global. Así lo atestigua un nuevo estudio publicado en la revista médica británica The Lancet, en el que han intervenido más de 10.000 científicos de hasta doscientos países diferentes. Según esta investigación, se han reducido considerablemente los decesos causados por infecciones en las vías respiratorias, por diarrea, por ataques de miocardio y por ictus.
Es más, el único escollo para este progreso durante las tres últimas décadas ha sido la pandemia causada por el COVID-19. La crisis sanitaria global redujo el progreso médico en todo el mundo e incluso el coronavirus se llegó a convertir en la segunda causa de muerte a nivel mundial en 2021, superada solamente por la enfermedad isquémica del corazón y desplazando a los infartos de miocardio al tercer lugar. Este estudio presentado es, además, el primero en comparar desde una perspectiva internacional las muertes por COVID-19 con las muertes por otras causas.
Los resultados
En cuanto a los resultados ofrecidos por el estudio, este revela que la superregión conformada por el Sudeste Asiático (integrado por países como Indonesia, Tailandia, Filipinas, Camboya, Vietnam o Singapur), Asia Oriental (China, Japón y las Coreas) y Oceanía experimentó el mayor incremento en la esperanza de vida, hasta 8,3 años más que en 1990. Por su parte, Asia Meridional (India, Afganistán, Pakistán o Bangladés, entre otros), tuvo el siguiente mayor aumento en la esperanza de vida, con una subida de 7,8 años respecto a los datos de hace treinta años. Por otro lado, las regiones más afectadas por el COVID-19 fueron América Latina, el Caribe y África Subsahariana, perdiendo así el mayor número de años de esperanza de vida a causa de la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, este bache no debe empañar los grandes logros conseguidos: la mejora en el tratamiento de la diarrea y las infecciones respiratorias han ayudado a muchas de las áreas previamente mencionadas, particularmente la región de Asia Meridional. Aún así los expertos responsables de esta investigación concluyen que aún queda un largo camino por recorrer, especialmente en el África subsahariana. Por poner un ejemplo, una enfermedad como la malaria, erradicada en Europa, concentra el 90% de muertes globales en esta región, que tan solo supone el 12% de la población mundial.
Los investigadores concluyen, asimismo, que aunque se haya avanzado notablemente, aún existen múltiples desafíos: la diabetes y las enfermedades renales, los avances desiguales en investigación o la aparición de pandemias como fue el SARS-CoV-2 son los nuevos retos a los que la sanidad global debe hacer frente.