Cada vez hay una mayor alineación entre el capital riesgo especializado y las empresas biotecnológicas y emergentes

La financiación externa en el sector biotecnológico puede ayudar a lograr la autonomía estratégica de España y la Unión Europea, según se ha puesto de manifiesto durante el Encuentro Internacional de Biotecnología BIOSPAIN 2023, que se celebra del 26 al 28 de septiembre en la Fira de Barcelona – Montjuïc, organizado por la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), en colaboración con Biocat, el Ajuntament de Barcelona y la Generalitat de Catalunya.

En la actualidad las compañías biotecnológicas desarrollan innovaciones disruptivas que tienen un alto impacto en la sociedad, pero que operan en mercados muy regulados y complejos, lo que hace necesario que haya unos volúmenes significativos de inversión y un alto riesgo en los mismos. A esto se suma que la mayoría de las empresas biotecnológicas son pymes y micropymes que no disponen de productos en el mercado y que, por tanto, no generan los recursos suficientes para poder financiar sus actividades.

Debido a todo ello, el acceso a la financiación externa es clave para el desarrollo del ecosistema biotecnológico. “En un sector tan intensivo en capital y conocimiento como es el biotecnológico, las sinergias y la colaboración son clave para mitigar el riesgo y generar valor. La colaboración entre los diferentes actores incrementa las posibilidades de que los medicamentos innovadores que tienen su origen en compañías biotecnológicas lleguen a los pacientes. Además, la financiación externa forma parte del ecosistema y es vital para las empresas biotecnológicas que, por sus necesidades de capital y su perfil de riesgo, no pueden acceder a fuentes de financiación tradicionales”, ha dicho la managing partner de Ysios Capital, Karen Wagner, durante la sesión ‘Unleashing Innovation: How Venture Capital, Biotech Startups, and Pharma Companies Can Join Forces to Generate Value and Drive Breakthrough innovations to the Patients’.

Asimismo, el vicepresidente de Grifols Innovation and New Technologies (GIANT) y moderador de la sesión ‘Building pharma internal capabilities through external innovation: Easier said than done?’, José Terencio, tiene claro la forma en la que el capital riesgo, las empresas emergentes y las compañías biotecnológicas pueden unir sus fuerzas para generar valor e impulsar las innovaciones. “Cada vez hay una mayor alineación entre el capital riesgo especializado y las empresas biotecnológicas y emergentes, el cual permite a las compañías consolidadas acceder a la innovación y construir capacidades futuras de una manera más diversificada y por lo tanto con menos riesgo. Al mismo tiempo, la aportación de estas últimas permite a las compañías emergentes financiar sus actividades y avanzar sus ideas y desarrollos tecnológicos”, ha dicho.

A su juicio, para ayudar a mejorar la competitividad del sector biotecnológico en Europa se requieren más políticas y estrategias que fomenten la inversión en investigación y desarrollo, promuevan la colaboración entre empresas y centros de investigación, y faciliten la transferencia de conocimientos y tecnologías. “En este proceso es fundamental fortalecer la formación y capacitación de profesionales en el campo de la biotecnología, así como la retención del talento”, ha recalcado Terencio.

Impulso de la autonomía estratégica en Europa

El impulso de la innovación industrial para lograr la autonomía estratégica europea ha sido otro de los temas tratados durante BIOSPAIN y, en concreto, en la sesión ‘Boosting Industrial Innovativeness to Achieve European Strategic Autonomy’, donde se ha destacado la importancia que tiene la Presidencia Española en la Unión Europea para definir una perspectiva europea común en materia sanitaria.

Según los expertos reunidos en el encuentro, ante los cambios geopolíticos y los desafíos regulatorios, la Unión Europea debe trabajar para mantener la competitividad de la industria, fomentar su autonomía estratégica y crear un espacio para el avance de las empresas innovadoras y, especialmente, para convertirse en líderes mundiales en innovación. “Creemos realmente en Europa como un centro global con potencial para la innovación y la fabricación.”, ha dicho el presidente de Merck en España, Manuel Zafra. A su entender, la autonomía estratégica en Europa del sector salud se puede apoyar en tres áreas clave: simplificar el marco normativo europeo, reducir las cargas administrativas para aumentar la agilidad en las respuestas a las necesidades médicas no cubiertas y eliminar las barreras a la inversión.

Por su parte, la directora general Sanofi España, Raquel Tapia, ha considerado, sobre los temas tratados en la sesión ‘Can greater scale for Europe´s biotech clusters be its key driver for global competitiveness?’, que la forma en la que se pueden aumentar los clúster en Europa para incrementar la competitividad del sector biotecnológico a nivel global. Y es que, se está observando que en este área la región europea está perdiendo terreno dado que hay la mitad de ensayos clínicos con medicamentos de terapia avanzada que en Estados Unidos, y tres veces menos que en China.

“La forma para aumentar los clúster en Europa para incrementar la competitividad del sector biotecnológico a nivel global consiste en apostar firmemente por ello, tanto desde el entorno público como privado. Y haciéndolo de manera urgente, pues Europa necesita recuperar su competitividad en I+D frente a otras regiones del mundo. Es obvio que los clúster tienen un papel clave como enlace entre los que tienen capacidad de financiar proyectos y aquellos con capacidad de proponer soluciones innovadoras. Debemos aprender de lo que está pasando en otras regiones como Estados Unidos, donde su clúster biotecnológico combina las principales instituciones académicas, científicos e industria, incluyendo mecanismos sólidos de transferencia de tecnología que permiten la rápida traducción de laboratorios académicos a investigación y, posteriormente, desarrollo a gran escala con inversión y recursos”, ha zanjado.