La investigación dermatológica hecha en España, clave en melanoma y en enfermedades crónicas de la piel
Los inhibidores JAK-STAT como diana frente al vitíligo, la consideración de la hidradenitis supurativa como una enfermedad sistémica y los avances de la inmunoterapia en el tratamiento del melanoma, entre las novedades estudiadas en el 51º Congreso de la AEDV
La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, y también el más afectado por patologías diversas, de mayor o menor gravedad. Se calcula que más de 1.800 millones de personas en el mundo presentan, o presentarán a lo largo de su vida, algún tipo de afección cutánea. Por ello, es necesario incentivar la investigación en Dermatología, con el fin de mejorar la salud y calidad de vida de los pacientes y responder a sus necesidades presentes y futuras, según han señalado los expertos que participan en el 51º Congreso de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que se celebra estos días en Madrid, en el que se incluye el seminario ¿Cómo aumentar la actividad investigadora en un servicio (y a título personal)?
«Resulta fundamental fomentar la investigación multidisciplinar y traslacional, facilitar la colaboración entre dermatólogos y promover la carrera investigadora. Para ello, en la AEDV contamos con un programa de mentorazgo a distancia, en el que dermatólogos con acreditada experiencia en investigación trabajan con compañeros menos expertos, pero con clara vocación investigadora, compartiendo su experiencia y aportando guía, consejo y apoyo para el desarrollo de una carrera de éxito en el campo de la investigación dermatológica», ha explicado Isabel Belinchón, vicepresidenta del área de Formación, Investigación e Innovación de la AEDV.
A su vez, este programa surge de la Unidad de Investigación de (UI) de la Fundación Piel Sana de la AEDV, desde la que se trata de favorecer la realización de estudios de elevado nivel científico. Desde su creación, en 2012, La UI ha sido uno de los colaboradores importantes para pasar de una investigación a pequeña escala, de centros individuales o pequeños grupos, a una investigación altamente colaborativa con perspectiva nacional o internacional, movida por la búsqueda de la excelencia.
El impacto del melanoma en el bienestar emocional de los pacientes
Ignacio García Doval, director de la Unidad de Investigación de la Fundación Piel Sana de la AEDV, ha destacado: «La investigación dermatológica que se hace desde España tiene un papel relevante en áreas como la psoriasis, el melanoma, la dermatitis atópica, la tricología o el eccema de contacto, a nivel mundial. Sin embargo, tenemos una representación escasa en la investigación de financiación competitiva». La solución a este problema pasa por crear mayores sinergias entre el mundo de la investigación académica y las instituciones sanitarias y de gestión de la salud, y sensibilizar a la sociedad y a los responsables políticos acerca de la importancia de la investigación en dermatología y su impacto en la salud de la población.
Las enfermedades de la piel pueden influir de manera significativa en la calidad de vida de los pacientes y en su bienestar emocional. Tanto es así que se calcula que el 30% de los afectados por patologías cutáneas desarrolla alteraciones psicológicas o psiquiátricas como estrés, ansiedad y depresión. Por ello, es imprescindible financiar la investigación para mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de estas enfermedades y garantizar que los pacientes reciban la mejor atención posible. En el marco del 51º Congreso de la AEDV también se han presentado las principales novedades en investigación dermatológica, entre ellas, las relacionadas con el cáncer cutáneo (melanoma), el vitíligo o la hidradenitis supurativa.
Avances en el tratamiento del melanoma
La incidencia del melanoma, el tipo de cáncer de piel de mayor riesgo, continúa aumentando de forma lenta y progresiva, si bien es cierto que se atisba una tendencia a la estabilización o incluso a la disminución en aquellas generaciones que nacieron en la década de los 90 en adelante, cuando comenzaron las campañas de concienciación acerca de los peligros del exceso de radiación solar. El tratamiento con inmunoterapia en el ámbito médico, en particular en su uso neoadyuvante, esto es, administrándola cuando hay metástasis que se va a extirpar quirúrgicamente para conseguir una mejor respuesta, representa uno de los avances en investigación más significativos.
«En relación con esta modalidad, se están desarrollando fármacos que se administran por vía intravenosa e intralesional (dentro de la metástasis). Y, en paralelo, se están dando otros avances en inmunoterapia, como las células CAR-T, cuya implantación en la práctica clínica habitual se encuentra aún en una fase relativamente precoz», ha explicado el Dr. Eduardo Nagore, jefe clínico del Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología y coordinador de la campaña Euromelanoma 2024, puesta en marcha por la Fundación Piel Sana de la AEDV.
Reducir la mortalidad por melanoma
A futuro, también van a jugar un papel importante los biomarcadores, esenciales para clasificar mejor a los pacientes por su pronóstico como para la selección del mejor tratamiento, el establecimiento del protocolo de seguimiento o la detección precoz de recaídas, así como la inteligencia artificial, llamada a mejorar la selección de candidatos a recibir determinados tratamientos y optimizar la capacidad diagnóstica de los dermatólogos en unas fases más tempranas de la enfermedad.
«Junto a estos avances, es necesario insistir en la necesidad de trabajar en la prevención, hay que hacer un esfuerzo por que cale el mensaje de que la autoexploración mensual es la única medida que puede reducir la mortalidad por melanoma. La detección precoz es la única herramienta eficaz y capaz de evitar que los melanomas que crecen rápido (un 20% del total) se detecten cuando ya sea demasiado tarde», ha recalcado el Dr. Nagore.
Vitíligo e hidradenitis supurativa, enfermedades con gran impacto emocional
El vitíligo es un trastorno inmunitario crónico, que hace que algunas áreas de la piel pierdan su pigmentación. Se trata de una enfermedad desconocida para muchos, a pesar de afectar al 0,5-2% de la población mundial. En España, la padecen alrededor de unas 900.000 personas, según datos de 2021, y presenta comorbilidades asociadas como la tiroiditis de Hashimoto, la enfermedad de Graves, la alopecia areata y la psoriasis, además de otras enfermedades de orden emocional y psicológico que incluyen ansiedad, estrés y aislamiento social.
La Dra. Tamara Gracia, dermatóloga del Hospital Público Miguel Servet de Zaragoza, afirma: «Las innovaciones más significativas están dándose el ámbito del tratamiento. Hasta hace poco, la fototerapia con rayos ultravioleta B (UVB) era el principal enfoque disponible, en combinación, o no, con corticosteroides tópicos e inhibidores de la calcineurina. Sin embargo, recientemente se han publicado avances en investigación con inhibidores JAK-STAT como diana terapéutica prometedora, capaz de brindar remisiones duraderas de la enfermedad».
Hidradenitis supurativa, la gran desconocida
Por su parte, la hidradenitis supurativa (HS), enfermedad de la que aún se desconocen las causas, afecta, según estudios, a entre un 0,5-4% de la población mundial (el 1% en España) y se caracteriza por la aparición de nódulos, fístulas y abscesos dolorosos, que afectan principalmente áreas de pliegues como axilas, ingles, muslos, así como a las nalgas, zona íntima y región inframamaria.
«Entre las principales novedades referentes a esta patología destaca la confirmación del rol del linfocitoTh17 en la activación y cronificación de la enfermedad, la aceptación de los conocidos como fenotipos de Martorell en la definición de aquellos grupos con mayor riesgo de progresión de HS, la inclusión de la ecografía como técnica rutinaria para controlar su evolución, así como la consideración de la HS como una enfermedad sistémica», ha señalado el Dr. Antonio Martorell, responsable de la Unidad de Hidradenitis del Hospital de Manises en Valencia. Junto a todo ello, está aumentando la visión holística en el manejo de la enfermedad, con especial interés en el tratamiento del dolor y las comorbilidades asociadas, y el número de unidades especializadas repartidas por el territorio español, unos avances que están devolviendo la esperanza a muchos pacientes.