La música durante el embarazo: una aliada para la madre y el bebé
La semana pasada hablamos de cómo la música influye en nuestro bienestar emocional y estado de ánimo, hoy hablamos del poder que tiene esta en el proceso de embarazo de una mujer
Uno de los campos más interesantes es el de la influencia de la música durante el embarazo, una etapa en la que la madre y el feto experimentan un profundo vínculo fisiológico y emocional gracias a esta.
El embarazo es un proceso complejo, lleno de cambios físicos y hormonales. Muchas mujeres experimentan momentos de ansiedad, estrés o fatiga. La música, en este contexto, puede actuar como un recurso terapéutico natural, sin efectos secundarios.
Estudios realizados en el campo de la psicología perinatal han demostrado que escuchar música relajante durante el embarazo puede ayudar a:
- Reducir los niveles de cortisol.
- Mejorar la calidad del sueño.
- Disminuir la percepción del dolor en etapas avanzadas del embarazo.
- Favorecer la conexión emocional con el bebé.
En particular, se ha observado que los géneros musicales suaves, como la música clásica, los sonidos de la naturaleza o las melodías instrumentales, son especialmente eficaces para inducir estados de calma. Sin embargo, lo más importante es que la madre escuche música que le resulte placentera, ya que el efecto positivo está estrechamente ligado a la respuesta emocional individual.
¿Escucha el bebé la música desde el vientre?
Una de las preguntas más comunes entre las futuras madres es si el bebé puede oír la música que escucha la madre. La respuesta es sí, pero con algunos matices.
El sistema auditivo del feto comienza a desarrollarse alrededor de la semana 16 de gestación, y hacia la semana 24 ya es funcional, lo que significa que el bebé puede percibir sonidos del exterior, aunque de forma atenuada. Entre estos sonidos se incluyen las voces, los latidos del corazón, y también la música. Por eso es tan importante que los padres hablen al feto.
Diversas investigaciones han registrado reacciones del feto ante determinados estímulos musicales, como movimientos, cambios en el ritmo cardíaco o en la actividad cerebral. Algunos estudios incluso sugieren que el bebé es capaz de reconocer melodías que ha escuchado repetidamente en el vientre, lo que abre la puerta a la idea de una “memoria prenatal”.
Vínculo afectivo prenatal
La música puede ser también una forma de fortalecer el vínculo emocional entre madre e hijo, así como con el otro progenitor si participa en esta actividad. Cantarle al bebé, colocarle auriculares suaves en el vientre o simplemente compartir momentos de relajación musical puede crear un entorno emocionalmente positivo que favorece la conexión.
Además, la música puede integrarse en actividades como el yoga o pilates prenatal, la meditación o las sesiones de preparación al parto, generando un contexto de calma y autocuidado que beneficia tanto a la madre como al feto.
¿Qué tipo de música es recomendable?
No existe una lista ideal de canciones o géneros que deban escucharse durante el embarazo, cada mujer puede escuchar la música que le guste si le resulta placentera, pero sí se pueden ofrecer algunas recomendaciones basadas en la evidencia científica y la experiencia clínica:
- Música instrumental suave como la clásica o el jazz.
- Sonidos naturales como el agua, el viento o los cantos de aves, también conocido como ruido blanco.
- Canciones con ritmo constante y tempo moderado (60-80 pulsaciones por minuto), que favorecen la relajación.
- Música que evoque recuerdos positivos o transmita tranquilidad.
Lo más importante es evitar exposiciones prolongadas a música muy alta o con ritmos agresivos, ya que el exceso de estimulación podría ser contraproducente tanto para la madre como para el feto.
Beneficios postnatales
Curiosamente, la influencia de la música no se limita al periodo de gestación. Algunos estudios han observado que los bebés que fueron expuestos repetidamente a una misma melodía durante el embarazo muestran una respuesta más calmada al volver a escucharla después del nacimiento. Esto puede ser útil para crear rutinas de sueño, aliviar el llanto o generar un entorno tranquilo en los primeros meses de vida.
Además, se ha planteado que la estimulación auditiva temprana puede tener efectos positivos en el desarrollo del lenguaje, la memoria y la capacidad de atención en la infancia, aunque estos beneficios aún se encuentran en estudio y no deben sobrevalorarse.
Por lo tanto, la música, además de ser una expresión artística universal, es una herramienta muy valiosa durante el embarazo. Sus efectos relajantes, su capacidad para mejorar el estado de ánimo y su papel en la conexión madre-bebé la convierten en una aliada natural y accesible.
Y aunque aún queda mucho por investigar, lo que sabemos hasta ahora nos permite afirmar que incorporar la música en la rutina diaria del embarazo no solo es seguro, sino también beneficioso. Escuchar, cantar, relajarse y disfrutar: la música ofrece un canal único para vivir la gestación de una forma más consciente y conectada.

