La nueva generación ADC muestra un potencial sin precedentes en las primeras fases de la enfermedad
Durante el Congreso ESMO 2025, estudios clave han revelado resultados contundentes que indican que una nueva clase de agentes anticancerígenos, los anticuerpos conjugados dirigidos (ADC), pueden mejorar de forma significativa el pronóstico de las pacientes con cáncer de mama HER2 positivo en estadio temprano
Los resultados de los ensayos de fase III DESTINY-Breast05 y DESTINY-Breast11, presentados en el simposio presidencial, marcan un cambio de paradigma en el tratamiento del cáncer de mama, posicionando a los ADC no solo como potentes agentes terapéuticos cuando la enfermedad ya ha progresado, sino también como posibles nuevos estándares de tratamiento en pacientes con enfermedad en estadio temprano.
«Existe una necesidad especial de terapias que garanticen que las pacientes con cáncer de mama HER2-positivo en estadio temprano alcancen una respuesta patológica completa tras las terapias neoadyuvantes, es decir, administradas antes de la cirugía, y una importante necesidad médica no cubierta de tratar la enfermedad residual en aquellas que no lo consiguen, para prevenir el desarrollo de metástasis», explica el Dr. Evandro de Azambuja, del Instituto Jules Bordet de Bruselas (Bélgica). Actualmente, trastuzumab emtansina (T-DM1) es el único ADC aprobado para pacientes con cáncer de mama HER2-positivo en estadio temprano que presentan enfermedad invasiva residual tras la terapia neoadyuvante y tienen un alto riesgo de recidiva.
En el estudio DESTINY-Breast05, trastuzumab deruxtecan (T-DXd), un ADC de nueva generación que administra un inhibidor de la topoisomerasa I, demostró mejorar la supervivencia libre de enfermedad invasiva y la supervivencia libre de enfermedad en un 53 % en comparación con el T-DM1 (para ambos: Hazard Ratio [HR] 0,47; intervalo de confianza [IC] del 95 %: 0,34-0,66; p < 0,0001). Además, el T-DXd confirmó su alta actividad cerebral, demostrando una mejora clínicamente significativa en el intervalo libre de metástasis cerebrales con respecto al T-DM1 (HR 0,64; IC del 95 %: 0,35-1,17).
Uso de T-DXd con resultados importantes
«El perfil de seguridad generalmente manejable y los datos de eficacia superior sugieren que T-DXd debería sustituir a T-DM1 como nuevo tratamiento estándar para pacientes con cáncer de mama invasivo residual HER2-positivo tras terapia neoadyuvante», señala De Azambuja.
El uso de T-DXd también mostró resultados impresionantes en una fase anterior del tratamiento, antes de la cirugía, tal y como se extrae del ensayo DESTINY-Breast11, en el que 927 pacientes no tratadas con cáncer de mama temprano HER2 positivo de alto riesgo recibieron el ADC seguido de la terapia estándar dirigida al HER2 (THP) o el tratamiento convencional basado en antraciclinas (ddAC-THP). Los ciclos de T-DXd, secuenciados con THP, dieron lugar a un aumento significativo de la tasa de respuesta patológica completa en la cirugía (67,3 % frente a 56,3 %; p = 0,003). «El esquema terapéutico T-DXd también tiene la ventaja añadida de un perfil de seguridad mejorado en comparación con el que contiene antraciclina», comenta De Azambuja, señalando la reducción relevante de las toxicidades cardíacas que se observó con el ADC en comparación con el tratamiento convencional.
«En conjunto, estos dos estudios establecen el T-DXd como una opción terapéutica fundamental para el cáncer de mama HER2 positivo en estadio temprano, convirtiéndose en una herramienta clave para personalizar el tratamiento de lo que antes se consideraba el subtipo más agresivo de cáncer de mama y que hoy en día representa el que tiene mayores posibilidades de curación», destaca el Dr. Paolo Tarantino, del Instituto Oncológico Dana-Farber y la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston, Massachusetts (EE. UU.).
Catalizador del progreso en oncología
Tras haber transformado el tratamiento de múltiples tipos de cánceres metastásicos en los últimos años, los nuevos ADC, como el T-DXd, están ahora “elevando los estándares” en el tratamiento con intención curativa gracias a las innovaciones en su diseño y mecanismo de acción. Sin embargo, su uso plantea nuevos retos que deben abordarse. «Por ejemplo, los perfiles de toxicidad deben definirse cuidadosamente y se requiere un esfuerzo considerable para prevenir toxicidades permanentes o mortales. La dosificación, la duración y la secuenciación de los ADC también deben optimizarse para lograr la máxima eficacia con los mínimos efectos secundarios, y es igualmente importante la identificación de biomarcadores predictivos que permitan adaptar mejor la terapia con ADC y minimizar el exceso de tratamiento», aclara Tarantino.
La presentación de los resultados de los ensayos DESTINY-Breast05 y DESTINY-Breast11 en el Congreso ESMO 2025 consolida el papel del evento como catalizador del progreso mundial en oncología. Ahora que los ADC han demostrado su superioridad tanto en el ámbito preoperatorio como en el posoperatorio, la comunidad oncológica se encuentra en el umbral de una nueva etapa, caracterizada por una selección más precisa de dianas terapéuticas, una intervención más temprana y un conocimiento biológico más profundo.
«Además del impacto práctico inmediato, se espera que los datos presentados hoy tengan un impacto más amplio en el futuro de la investigación sobre los ADC, marcando la entrada oficial de la nueva generación de fármacos en el ámbito curativo. Se trata de una estrategia terapéutica con un enorme potencial, que apenas estamos empezando a explotar y que promete reducir las tasas de recurrencia y mejorar la supervivencia en múltiples tipos de cáncer en los próximos años», concluye Tarantino.