La resonancia magnética permite identificar la neurotoxicidad en los nuevos tratamientos en la terapia CAR-T contra el cáncer, según SERAM
Esta terapia puede provocar toxicidad en otros órganos que puede evaluarse mediante diferentes técnicas de imagen según el órgano afectado
La resonancia magnética (RM) permite identificar la neurotoxicidad en los nuevos tratamientos en la terapia CAR-T contra el cáncer, según la especialista en neurorradiología de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), la Dra. Laura Oleaga, que además fue ponente en la LII reunión de la Sociedad Española de Nuerorradiología (SENR) que se celebró en Santander sobre el manejo radiológico de nuevos tratamientos en la terapia contra el cáncer, la terapia CAR-T.
«La terapia con células CAR-T consiste en la extracción de linfocitos T del propio paciente y la manipulación genética ex vivo de estas células. Una vez modificadas, las células CAR-T se reintroducen en el paciente, después de que este haya recibido un régimen preparatorio inmunosupresor, donde actúan como un medicamento vivo. Las células CAR-T llegan al tumor, identifican y eliminan las células tumorales», explica la Dra. Oleaga.
Vigilar los efectos adversos
Se utiliza la RM para identificar la neurotoxicidad que puede estar asociada a este tipo de terapias. Hasta el momento, las terapias aprobadas son para procesos hematológicos malignos (linfoma, leucemia) de células B, aunque actualmente existen numerosos ensayos clínicos para agentes dirigidos a otros antígenos en enfermedades hematológicas, como el mieloma múltiple. «También se están desarrollando agentes con efecto sobre tumores sólidos, como el glioblastoma», puntualiza la Dra. Oleaga. Existen eventos adversos asociados con la terapia con células CAR-T que están influenciados por varios factores, incluyendo la carga tumoral previa al tratamiento, la intensidad del régimen de linfodepleción y la dosis de células CAR-T.
La Dra. Oleaga comenta que «debido al aumento del número de pacientes en los que se está aplicando este tipo de terapia, los controles por RM para identificar los efectos adversos también han aumentado». Esta terapia puede provocar toxicidad en otros órganos que puede evaluarse mediante diferentes técnicas de imagen según el órgano afectado. Según ella, «la detección de neurotoxicidad a través de estudios de imagen facilita el manejo clínico del paciente, proporcionando información crucial para la toma de decisiones. Por lo que se hace una RM craneal previa al tratamiento y otra en caso de que haya signos de neurotoxicidad».
Los dos síndromes más reconocidos relacionados con la terapia CAR-T son el síndrome de liberación de citoquinas (fiebre, inestabilidad hemodinámica, afectación de órganos) y el síndrome de neurotoxicidad (cefalea, confusión, alucinaciones). «En la mayoría de los pacientes con un síndrome de neurotoxicidad leve la RM es normal, en los grados avanzados es donde encontramos alteraciones en la RM craneal», puntualiza la Dra. Oleaga.