Laboratorios ERN
Laboratorios ERN, más de ocho décadas creando confianza en salud
Raíces históricas y evolución firme
Laboratorios ERN nació en 1942 en Barcelona, fruto de la fusión gradual de una serie de pequeños laboratorios familiares que buscaban un propósito común: fabricar medicamentos útiles, seguros y accesibles para los profesionales sanitarios y los pacientes. A lo largo de los años, doce laboratorios fueron integrándose en lo que hoy conforma ERN, cada uno aportando experiencia, marcas y productos que aún forman parte de su catálogo. Desde su sede en la calle Perú, ERN ha mantenido una identidad independiente de capital privado, fiel a su origen familiar y con relaciones accionarias ligadas a los descendientes de sus fundadores.
Con el paso del tiempo, ERN fue consolidándose como laboratorio de “medicamentos tradicionales”, término que en su catálogo describe a fármacos con eficacia demostrada, trayectoria de uso prolongado y precios asequibles. A esto se sumó muy pronto una especial atención a la Pediatría, no solo por el volumen de productos para niños, sino por el cuidado en que estos medicamentos ofrezcan sabor agradable, formas farmacéuticas adaptadas y sistemas de dosificación precisos, con el fin de facilitar su uso en población infantil.
Fabricación, estructura productiva y capacidades
ERN posee dos plantas de producción principales en el área metropolitana de Barcelona. Una de ellas, situada en Barberà del Vallès, es la planta mayor y está dedicada a la elaboración de medicamentos en múltiples formas, cápsulas, comprimidos, comprimidos efervescentes, sobres, polvos, suspensiones, cremas, geles y aerosoles. En esta planta se fabrican millones de unidades cada año, lo que demuestra una capacidad productiva notable. También dispone de otra planta en Barcelona ciudad, orientada principalmente a complementos alimenticios en formatos líquidos, monodosis y viales.
El laboratorio cuenta además con un centro logístico de gran tamaño en Sant Andreu de la Barca, diseñado para almacenar productos propios y de terceros, con capacidad para manejar decenas de millones de unidades anuales y con certificaciones que aseguran tanto el acondicionamiento como la distribución con estándares sanitarios de calidad.
Portafolio, marcas y estrategia terapéutica
A lo largo de su historia, ERN ha logrado reunir un amplio catálogo de productos que abarca más de treinta principios activos y más de cien referencias. Entre sus productos emblemáticos se cuentan los analgésicos y antipiréticos infantiles de sabor adecuado, especialmente Apiretal, y antibióticos clásicos como la penicilina Penilevel, que continúa siendo de elección para ciertas infecciones respiratorias. ERN ha mantenido y revitalizado marcas que otras compañías consideraban obsoletas, adaptándolas y ajustando sus costes para que sigan siendo accesibles, sin perder calidad.
En los últimos años la empresa ha reforzado su línea de autocuidado, incorporando productos OTC (over the counter) conocidos populares en farmacia, como edulcorantes, protectores cutáneos, cremas reparadoras, sueros de rehidratación y otros artículos no sujetos a receta, lo que ha permitido ampliar su presencia de mercado y adaptarse a nuevas demandas del consumidor y de la farmacia comunitaria.
Visión, misión y compromiso ético
El lema de ERN gira en torno a “crear siempre confianza”, un principio que se refleja tanto en su misión como en su visión. Su misión busca generar productos que respondan a necesidades no cubiertas, mantener medicamentos de seguridad y eficacia demostradas, y mejorar el cumplimiento terapéutico mediante formatos fáciles de usar. Su visión considera no solo el presente, sino el futuro, apostando por mantenerse como referencia en pediatría, reforzar el autocuidado, innovar cuando sea necesario, y conservar su independencia corporativa.
El compromiso de ERN incluye asegurar que todos los productos cumplan con los requisitos legales, reglamentarios y de calidad, mantener la mejora continua en los procesos internos, el cumplimiento ético con profesionales sanitarios y pacientes, y responder a expectativas crecientes en transparencia, eficacia y seguridad.
Datos recientes, cifras y área de influencia
Laboratorios ERN comercializa en España más de veinticuatro millones de unidades al año, lo que lo sitúa entre los primeros veinticinco laboratorios nacionales por volumen de unidades vendidas. Dispone de un número de empleados correspondiente a una mediana empresa farmacéutica, y su volumen de negocio supera los treinta millones de euros. Buena parte de su facturación procede tanto de medicamentos tradicionales como de los productos OTC incluidos en su línea de autocuidado. ERN también ha realizado adquisiciones para ampliar su catálogo, incluyendo medicamentos maduros, y ha entrado en alianzas estratégicas para reforzar su producción y calidad.
La empresa ha atravesado crisis económicas y sanitarias sin perder estabilidad, como lo demostró al alcanzar su 75.º y 80.º aniversario en momentos complicados, manteniendo su operatividad, empleados, cartera y salud empresarial. ERN no ha sido una excepción a los retos del mercado, pero su modelo basado en independencia, calidad, adaptación y prudencia le ha permitido seguir adelante.
Proyección de futuro
ERN aspira a seguir siendo un laboratorio farmacéutico de referencia en España, consolidando su liderazgo en pediatría, ampliando su línea de productos OTC, mejorando su posicionamiento en segmentos terapéuticos específicos, manteniendo su independencia, y respetando siempre la confianza que los profesionales sanitarios y los pacientes depositan en sus productos.
Laboratorios ERN es hoy la imagen de lo que una empresa farmacéutica de origen nacional puede lograr cuando combina tradición, procesos industriales sólidos, atención al detalle, especialización y adaptación constante. Desde sus inicios en 1942 hasta la actualidad, su propuesta se ha basado en colocar medicamentos que funcionan al alcance de todos, productos tradicionales y clásicos que no se olvidan, innovaciones de autonomía propia en formatos pediátricos y de autocuidado, y la seriedad de quienes entienden que, en salud, cada producto cuenta. ERN ha demostrado que la historia se construye también manteniéndose vigente, y su camino hacia el futuro está claro: calidad, confianza y cuidado de las personas.