Laboratorios Pierre Fabre recuerdan la importancia de la fotoprotección durante todo el año en el marco del DermoCOFM
Casi la mitad de la radiación solar que recibe la piel se produce en otoño e invierno, por lo que la fotoprotección diaria, y no solo en verano, es esencial para prevenir el daño acumulado
La fotoprotección debe considerarse un hábito cotidiano y no un cuidado enmarcado únicamente en verano. Este es uno de los aspectos que ha puesto de manifiesto Pierre Fabre en su intervención en la 5ª edición del DermoCOFM, encuentro científico y formativo en Dermofarmacia.
José Aguilera, profesor de Dermatología de la Universidad de Málaga, ha recordado que estamos expuestos a la radiación solar, y también a fuentes artificiales, todos los días del año, incluso sin ser plenamente conscientes. “Es una exposición solar no voluntaria”, ha señalado. “En otoño e invierno, como la temperatura es más baja, pensamos que los rayos UV no nos llegan y descuidamos nuestras estrategias de fotoprotección, por lo que el daño en estas épocas es significativo y acumulativo”, indica. En este sentido, el especialista aboga por fomentar una exposición solar consciente, entendida como una actitud preventiva frente a la radiación, que implica proteger la piel de forma constante, independientemente de la estación o las condiciones climáticas. Esta exposición continua afecta tanto a adultos como a niños y adolescentes, cuya carga solar sigue siendo especialmente elevada.
Causas de la radiación
La cantidad de radiación que nos llega depende de factores como la localización geográfica, la época del año, la hora del día y la nubosidad. Según el especialista, esta radiación provoca daños directos en el ADN y genera un estrés oxidativo que afecta a proteínas, lípidos y carbohidratos. Los rayos UVB rompen el ADN, mientras que los UVA lo oxidan, favoreciendo procesos de degeneración cutánea que conducen al fotoenvejecimiento. Además, como mecanismo de defensa, la piel activa los melanocitos, lo que puede dar lugar a hiperpigmentaciones.
Según señala José Aguilera la luz visible de alta energía procedente del sol, esa franja de luz azul cercana al UVA, va a producir daños similares a los rayos UVA ya que la cantidad de radiación en esta banda solar supera con creces a los UV incidentes.
Desde Pierre Fabre impulsamos la creación de una categoría solar en la farmacia, con el objetivo de que permanezca activa durante todo el año. Contar con un espacio visible y con asesoramiento especializado en fotoprotección contribuye a reforzar la sensibilización de la población sobre la importancia de proteger la piel más allá del verano.
Importancia de la fotoprotección
En este sentido, Isabel Carbonell, Training&Advice Director en Pierre Fabre, ha recordado que la recomendación y venta de los fotoprotectores se realiza fundamentalmente en verano, a pesar de que se sabe que la radiación y la exposición solar continuada puede dañar el ADN, causar manchas y acelerar el envejecimiento prematuro. En este sentido, ha remarcado que la categoría solar diaria está aún por desarrollar. Carbonell ha insistido en que es importante tener en cuenta que un alto porcentaje de la radiación ocurre fuera del verano, por lo tanto, se recomienda aplicar protección solar todos los días del año. “No se trata de una tendencia, sino de una necesidad de salud pública”, ha añadido.
De hecho, según han comentado estos expertos, este es uno de los principales retos. En este sentido, el profesor José Aguilera ha subrayado que proteger la piel frente a la radiación solar requiere constancia, y lo ha comparado con una carrera de fondo: solo la perseverancia permite prevenir eficazmente el daño acumulado en nuestra piel. Además, ha recomendado incluir cuidados post solares en aquellas jornadas con mayor exposición, como parte de una estrategia constante de prevención frente al fotoenvejecimiento y el estrés oxidativo.
Por su parte, Isabel Carbonell ha incidido en la importancia de mantener los productos solares visibles en la farmacia durante todo el año, y ha destacado que la utilización del fotoprotector solar debe ser constante, especialmente en perfiles más sensibles o expuestos a la radiación.

