Los hepatólogos aplauden la aprobación hoy en el consejo de ministros de la ley que prohibirá la venta y el consumo de alcohol a menores y la publicidad cerca de los colegios
El consumo de alcohol, solo o asociado a otras causas, representa ya más de la mitad de los casos de cáncer de hígado (HCC), el segundo que más años de vida resta
La Sociedad Española para el Estudio del Hígado (AEEH) valora muy positivamente la aprobación hoy por el Consejo de Ministros de la Ley que regulará la venta y el consumo de alcohol a menores en toda España. Hace tan solo unos días, en su 50º Congreso, los especialistas advertían de la necesidad de un gran cambio regulatorio, tanto europeo como nacional, para revertir el crecimiento de las enfermedades del hígado vinculadas al consumo de alcohol cuya prevalencia e incidencia parecen imparables, hasta el punto de que la enfermedad hepática por alcohol es ya la causa, directa o indirecta, de más de la mitad de los casos de cáncer de hígado en nuestro país.
Los hepatólogos confían en que, en su trámite parlamentario, esta ley pueda no sólo lograr el consenso de todos los grupos políticos, sino incorporar medidas más audaces. «El tabaco marca el camino», explica el nuevo presidente de la AEEH, el Dr. Rafael Bañares. «Sabemos que no es fácil, pero la aplicación en todo el ámbito territorial de la UE de un etiquetado informativo similar al del tabaco, tal y como ha aprobado Irlanda, es una de las medidas que se recomiendan tanto por nuestros colegas europeos como por nosotros desde la AEEH», añade.
Poner freno a la publicidad, como hace la nueva ley, en espacios cercanos a los menores, como en colegios, crear espacios libres de alcohol, prohibir de forma efectiva el consumo en la calle y subir los precios son, en opinión de los especialistas, las medidas que pueden generar un gran cambio cultural en torno al consumo de alcohol. «Necesitamos el mismo coraje que los políticos mostraron para enfrentarse al tabaco a principios de este siglo», sostiene el Dr. Ramón Bataller, director del Registro de Enfermedad Hepática por Alcohol (REALCH) de la AEEH.
Datos para la preocupación
Europa es la región con mayor consumo de alcohol del mundo, con un consumo medio de 9,2 litros de alcohol/persona/año. Además, España es uno de los mayores consumidores de Europa, con un consumo medio de 11 litros/persona/año, según datos de la OCDE de 2021, que probablemente ya se habrá superado. En Europa, alrededor de 300.000 personas mueren prematuramente cada año debido a problemas hepáticos, estando asociados al consumo de alcohol en la mayoría de casos, con una creciente incidencia entre los jóvenes y a edades cada vez más tempranas. Las enfermedades hepáticas son además la segunda causa principal de años de vida laboral perdidos en todo el Continente.
Además, según datos de la última Encuesta ESTUDES, la edad de inicio en el consumo de alcohol es cada vez más temprana (el 30% de los menores entre los 12 y 13 años reconoce que bebe). Por otra parte, el alcohol sigue siendo la sustancia más consumida entre los chicos de 14 a 18 años, con un incremento en todos los indicadores: el 76% ha consumido alcohol alguna vez en la vida (un 2% más que hace 2 años), el 73,6% lo ha hecho en los últimos 12 meses, el 56,6% en los últimos 30 días y llamativamente, hasta un 1,5% lo ha hecho diariamente en los últimos 30 días.
El alcohol y su impacto en la salud hepática
Existe una correlación directa entre el consumo general de alcohol y la mortalidad hepática en 21 de los 28 Estados miembros de la Unión Europea (UE), siendo España uno de ellos. En nuestro país, el consumo de alcohol, solo o asociado a otras causas, representa más de la mitad de los casos de cáncer de hígado, el segundo que más años de vida resta. Todos estos datos muestran la necesidad urgente e imperiosa de mejorar las políticas actuales para combatir el consumo de alcohol, puesto que la legislación vigente no ha logrado revertir su impacto como causa principal de hepatocarcinoma. Pese a la contundente información disponible, la percepción sobre los riesgos del consumo de alcohol sigue sin modificarse en nuestro país; de hecho los jóvenes inician su consumo a edades cada vez más tempranas y con patrones asociados a un mayor riesgo.