Los síndromes mielodisplásicos son tres veces más frecuentes en las personas que fuman
La supervivencia global a cinco años de los síndromes mielodisplásicos en España es del 32,4% de los casos en los hombres y del 40,4% en las mujeres
El Grupo Español de Síndromes Mielodisplásicos (GESMD), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), ha celebrado su Reunión Anual en Madrid, con más de 200 asistentes, con el objetivo de abordar aspectos relevantes en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de los síndromes mielodisplásicos, desde un enfoque que sea útil para los asistentes en su práctica clínica y, eminentemente práctico, según señalan sus coordinadoras, las doctoras Patricia Font, del Hospital Universiatio Gregorio Marañón, Madrid, y Mar Tormo, del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
Los síndromes mielodisplásicos constituyen un grupo heterogéneo de cánceres hematológicos clonales, que se caracterizan por la alteración de las capacidades de proliferación de las células madre hematopoyéticas. Esta enfermedad, que presenta un riesgo aumentado de evolucionar a leucemia mieloide aguda (LMA), presenta una incidencia de, aproximadamente, 1.700 nuevos casos para el presente año, siendo más habitual en hombres que en mujeres, y con una supervivencia global a cinco años del 32,4% en los primeros, y del 40,4% en las segundas.
Nuevos desafíos y estrategias terapéuticas en el abordaje de los SMD
«El reto en el abordaje de los síndromes mielodisplásicos, entidades que se dividen en dos grupos diferenciados, bajo riesgo y alto riesgo, pasa por, en el primer grupo, el desarrollo de fármacos que mejoren las citopenias en los pacientes y evitar la necesidad de transfusiones de sangre, propiciando una calidad de vida óptima. Y en el segundo grupo, el desafío principal es prolongar la supervivencia de los pacientes, retrasando o, incluso, evitando, la transformación a LMA, mejorando las citopenias con terapias que minimicen la toxicidad», explican las coordinadoras de la reunión. Y continúan: «En este sentido, las combinaciones basadas en hipometilantes exploradas en los últimos años han sido decepcionantes, sin embargo, los buenos resultados obtenidos con nuevos agentes e hipometilantes en LMA, podrían suponer una esperanzadora vía terapéutica, a la espera de los datos de ensayos clínicos que están actualmente en marcha».
Según apuntan las doctoras Font y Tormo, los aspectos preventivos en el desarrollo de los síndromes mielodisplásicos suponen un área poco desarrollada hasta ahora, pero de suma importancia. Por ello, Fernando Ramos, hematólogo miembro del GESMD desde la creación del grupo, ha sido el encargado de impartir la Lección Magistral de esta reunión, en la que ha revisado los aspectos más relevantes en la prevención de los síndromes mielodisplásicos.
Actividades preventivas en los SMD
Respecto a la prevención primaria, el doctor Ramos ha enfatizado en el impacto del hábito tabáquico en la aparición de síndromes mielodisplásicos, siendo el riesgo de desarrollar esta patología tres veces mayor en los fumadores. «Aunque dicho impacto es menor en comparación con el cáncer de pulmón, controlar este factor de riesgo evitaría, aproximadamente, 400 nuevos casos cada año, y tendría un beneficio preventivo amplio en el ámbito oncológico y cardiovascular. Por tanto, el contenido en benceno del humo del tabaco debe ser motivo de reflexión para los hematólogos en general, pero especialmente, para los que se dedican a los síndromes mielodisplásicos», explica.
En cuanto a la prevención secundaria, centrada en el cribado y la detección temprana, Fernando Ramos resaltó el papel del Cribado de la Hematopoyesis Clonal de Significado Incierto (CHIP) en pacientes jóvenes que presentan episodios cardiovasculares sin factores de riesgo evidentes y en personas con factores conocidos.
Además, según señala el experto, el cribado de portadores es fundamental durante el proceso de selección del donante familiar de un paciente con alteraciones en línea germinal que va trasplantarse y también en los malos movilizadores, incluso sin antecedentes familiares específicos. «Así mismo, es conveniente un seguimiento adaptado al riesgo de las personas con CHIP y de alteraciones en la línea germinal», añade.
Estrategias de prevención en los síndromes mielodisplásicos: abordaje multidisciplinar y calidad de vida
El doctor Ramos también ha abordado la prevención terciaria en los síndromes mielodisplásicos, que incluye el uso de quelantes orales del hierro, inmunizaciones y profilaxis medicamentosa específica en pacientes de alto riesgo.
También destaca: «La toma en consideración del posible uso anticipado de dosis bajas de lenalidomida en pacientes con síndromes mielodisplásicos 5q- para alargar el tiempo hasta la dependencia transfusional, efecto demostrado en el ensayo clínico internacional SintraRev, dirigido por María Díez Campelo, del Hospital Universitario de Salamanca, y la propuesta de prehabilitación para pacientes frágiles que requieren trasplante hematopoyético, una iniciativa del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular (GETH-TC) de la SEHH, liderada por María Queralt Salas, hematóloga del Hospital Clínic de Barcelona. También es pertinente fomentar la transfusión domiciliaria para mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir el impacto social sobre sus cuidadores».
«La prevención cuaternaria se enfoca en evitar prácticas médicas innecesarias y el uso de tratamientos sin respaldo científico, o trabajar de forma unipersonal o limitada al ámbito hematológico (se debe recordar la importancia de trabajar en los hospitales de manera multidisciplinar, con Unidades de Onco-Hematogeriatría, Cardio-OncoHematología y de Consejo Genético, así como de colaborar estrechamente con los Comités de Ética Asistencial)», culmina.
Beca de investigación del GESMD
Durante su reunión anual, el GESMD ha hecho entrega de la 9ª edición de la Beca GESMD para investigación en mielodisplasia, dotada con 25.000€, y cuyo objetivo es financiar proyectos de investigación cuyos resultados reviertan en el GESMD, en forma de mejoras en su funcionamiento o en su capacidad para gestionar el Registro Español de Síndromes Mielodisplásicos (RESMD). En esta ocasión, tras evaluar los numerosos proyectos recibidos, todos ellos de muy alta calidad científica, se ha concedido a Teresa Bernal del Castillo, del Hospital Universitario Central de Asturias, por el proyecto titulado Fibrosis medular en síndromes mielodisplásicos y leucemias agudas mieloides: mecanismos patogénicos y oportunidades diagnósticas.