Medicina

Una de cada ocho personas en el mundo sufre obesidad, según un nuevo estudio de la OMS

El número de personas con obesidad a nivel global se ha multiplicado por tres en los últimos cincuenta años

En las últimas décadas, los avances realizados en medicina han permitido conquistar distintas enfermedades que se pensaban irremediables. Sin embargo, han surgido dos nuevos escollos que preocupan a los profesionales sanitarios: los problemas de salud mental y todos aquellos que surgen como consecuencia de una mala alimentación. Es de esto último sobre lo que ha querido alertar la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues según un último estudio publicado por la revista The Lancet, una de cada ocho personas en el mundo padece obesidad.

Los datos presentados por la OMS son alarmantes: desde 1975 el número de personas obesas se ha triplicado en todo el mundo. Fue concretamente a partir de los 90 cuando estas tasas comenzaron a crecer exponencialmente. Desde entonces se ha duplicado el número de adultos obesos y multiplicado por cuatro las cifras de niños con obesidad. En 2022 el 43% de adultos sufrían sobrepeso, una cifra que en términos absolutos correspondía hasta a 879 millones de individuos.

Cuando hablamos de obesidad nos referimos a un aumento excesivo de grasa corporal que perjudique la salud. Este aumento de grasa viene causado por un desequilibrio entre las calorías ingeridas y las calorías gastadas, siendo superiores las primeras a las segundas. Si exploramos la razón de por qué esto se ha acentuado en los últimos 50 años encontramos dos causas claras. Por un lado, el aumento de la comercialización de alimentos ultraprocesados, ricos en azúcares y grasas saturadas. Por otro, encontramos la reducción de la actividad física provocada por un nivel de vida más sedentario, el cambio del mercado laboral y los medios de transporte.

Una tendencia cambiante y el futuro que augura

La obesidad se engloba dentro de lo que se considera como malnutrición; estos son todos aquellos problemas derivados de una alimentación inadecuada y a los que pertenece también la insuficiencia ponderal (peso insuficiente de acuerdo con la edad). Sin embargo, en las últimas décadas se ha reducido el número de personas con insuficiencia ponderal mientras que las personas con obesidad han ido en aumento. La tendencia se ha invertido: ahora mismo existen más países en el mundo en los que el sobrepeso es la forma más común de malnutrición y en los que este se cobra más víctimas mortales que la desnutrición.

Esto ha hecho que los profesionales se planteen nuevas vías de actuación y adapten sus planes a estas nuevas tendencias, que requieren soluciones inmediatas si quiere evitarse que la situación se agrave en el futuro. En primer lugar se exige la puesta en marcha de políticas que restrinjan la publicidad y el consumo de algunos de estos alimentos ricos en grasas y azúcares, especialmente en edades más tempranas. Asimismo, se plantea promover la ingesta de alimentos más saludables y naturales que sustituyan a los anteriores, particularmente frutas y verduras, pero también legumbres y alimentos ricos en fibra. Estos productos no solo deberán tener una mayor disponibilidad sino que también deberán ser asequibles. En último lugar sugieren la realización de actividad física (60 minutos diarios en jóvenes y 150 minutos semanales en adultos).

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