Ómicron reduce a menos del 2% la mortalidad por COVID-19 en pacientes con cáncer de la sangre
El número de anticuerpos por COVID predice el riesgo y la severidad de la infección en los pacientes hematológicos en general
La variante ómicron de la COVID-19 “ha reducido la mortalidad a una décima parte de la que tenía la cepa original, de tal manera que la mortalidad global por COVID-19 en pacientes hematológicos, fundamentalmente con cáncer de la sangre, ya es inferior al 2%”, ha explicado José Luis Piñana, coordinador del Grupo de Complicaciones Infecciosas del Grupo Español de Trasplantes Hematopoyéticos y Terapia Celular (GETH-TC), de la SEHH, y adjunto del Servicio de Hematología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, en una rueda de prensa celebrada en el marco de la Reunión Anual del GETH-TC, que se celebra en Málaga cada año. “El número de anticuerpos predice el riesgo y la severidad de la COVID-19 en estos pacientes”, añade.
Entre los pacientes hematológicos más susceptibles de contagio COVID-19 se encuentran los que padecen leucemia linfática crónica (LLC), un cáncer hematológico que representa el 30% de todas las leucemias del adulto y es el tipo de leucemia más frecuente en los países occidentales, con una incidencia estimada en 4-5 casos por 100.000 habitantes y año. Según datos del Registro Americano de Cáncer, la LLC representaría el 1,2% de todos los nuevos diagnósticos de cáncer. A día de hoy, la COVID persistente, con PCR positiva durante más de 21 días, “supone el principal problema al que nos enfrentamos los hematólogos en nuestra práctica clínica diaria”, afirma el experto.
En la Reunión Anual del GETH-TC, también se han presentado las claves del proyecto MAT-CART, un trabajo pionero en España de matemáticas aplicadas en la lucha contra el cáncer y, más concretamente, en la inmunoterapia CAR-T frente al linfoma difuso de células B grandes (LDCBG). “Todavía no tenemos las conclusiones definitivas, pero todo indica que se podrían identificar patrones de respuesta a la infusión de células CAR-T antes de las evaluaciones de los pacientes candidatos, tal y como se ha descrito en leucemia aguda linfoblástica y en tumores sólidos”, señala Antonio Pérez Martínez, coordinador de la Comisión de Terapias Avanzadas del GETH-TC y jefe del Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica del Hospital Universitario La Paz, de Madrid.
A pesar del gran impulso que ha supuesto la terapia CAR-T frente al LDCBG (uno de los linfomas más agresivos que existen), los datos de vida real muestran que la remisión completa en pacientes con LDCBG refractario llegan hasta el 40%, con una mediana de duración de 9 meses. En espera de lograr CAR-T con eficacia más duradera, todavía se necesitan opciones adicionales y efectivas para el tratamiento de los pacientes en los que hay fracaso terapéutico. El estudio MAT-CART se está iniciando en colaboración con investigadores del Mathematical Oncology Laboratory (MOLAB), de la Universidad de Castilla-La Mancha, y busca establecer modelos de respuesta a la terapia CAR-T basados en datos clínicos del linfoma, expansión del CAR-T e imágenes PET, con el objetivo de identificar a aquellos pacientes que no van a responder a esta innovadora inmunoterapia para plantear tratamientos adicionales.
Precisamente, la presidenta del GETH-TC y jefa del Servicio de Hematología del Instituto Catalán de Oncología-L’Hospitalet (Barcelona), Anna Sureda, ha explicado cómo las nuevas técnicas de edición génica permitirán diseñar una terapia CAR-T más sofisticada y eficaz. La edición de bases, diseñada con técnicas de CRISPR-Cas9, “permite utilizar linfocitos T de un donante (CAR-T alogénico) en pacientes con leucemias y linfomas hasta ahora incurables, evitando que el sistema inmunitario del paciente receptor los ataque”, concreta. El último Congreso Anual de la ASH ha mostrado al mundo cómo “se está logrando acortar el tiempo de manufactura de los CAR-T, hasta ahora excesivo, y ha consolidado la utilización de esta inmunoterapia en líneas menos avanzadas de la enfermedad”.
Situación actual del TPH y de la terapia CAR-T en Málaga
Con respecto al trasplante de progenitores hematopoyéticos, la directora del Programa de TPH y Terapia Celular del Hospital Regional de Málaga, María Jesús Pascual, ha señalado la oportunidad ampliada que hoy existe para muchos pacientes de llegar al TPH a través de distintas opciones: TPH secuencial para pacientes con patologías de alto riesgo o con enfermedad activa; TPH haploidéntico (donde donante y receptor son parcialmente compatibles) y TPH de donante no emparentado no totalmente idéntico para aquellos sin donante compatible al 100% o con urgencia para realizar el TPH. Por otro lado, la edad superior a 70 años y/o las comorbilidades del paciente pueden no ser tan limitantes para llegar al TPH si se personaliza el acondicionamiento y las medidas de soporte del procedimiento.
A todo esto se une la posibilidad de realizar autotrasplantes en el propio domicilio, una iniciativa que comenzamos en 2019 y de la que ya se han beneficiado 135 pacientes en Málaga.
Por otro lado, el Hospital Regional de Málaga está a la espera de poder administrar su primera terapia CAR-T, tras su designación por parte del Ministerio de Sanidad hace poco menos de un año, en junio de 2022. Junto con el Hospital Reina Sofía, de Córdoba, y el Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, en Andalucía, conforman actualmente la Red Andaluza de Terapias Avanzadas En toda España, son 26 los centros hospitalarios que pueden administrar la revolucionaria inmunoterapia CAR-T frente al cáncer hematológico. “Se trata de linfocitos T autólogos (del propio paciente) que han sido modificados genéticamente para que expresen en su superficie un receptor quimérico que, por una parte, reconoce las células tumorales de los pacientes y, por otro lado, estimula y activa otros linfocitos T y células”, apunta la experta.
Últimos datos de TPH en España, Andalucía y Málaga
Según el último balance de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), España registró en 2021 su máximo histórico de actividad de trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH), denominado genéricamente como trasplante de médula ósea. En total, se realizaron 3.620 TPH, lo que supone un incremento del 7% con respecto a 2020. De todos ellos, un total de 2.154 fueron trasplantes autólogos (donde la médula procede del propio paciente) y 1.466 fueron trasplantes alogénicos (donde la médula procede de un donante). Es importante reseñar el crecimiento de este segundo tipo de TPH, pues ha aumentado un 10% con respecto a 2020 y un 12% si se compara con 2019.
De los 3.620 TPH realizados en nuestro país en 2021, 598 tuvieron lugar en centros hospitalarios andaluces, lo que supone un 16,5% del total nacional. Más concretamente, el Hospital Regional de Málaga realizó un total de 137 TPH, de los que 78 fueron trasplantes alogénicos (más del 50%) y 59 fueron trasplantes autólogos.